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Diseño industrial: entender el mercado y el entorno

13/09/2018
“Me resulta fascinante pensar que uno puede idear y crear un producto que posteriormente se fabrique en otro país y sea utilizado por personas de allí”, comentó el diseñador industrial Sebastián Granotich.
*Entrevista al Licenciado en Diseño Industrial Sebastián Granotich.

El Lic. en Diseño Industrial Sebastián Granotich acaba de terminar su Postgrado en Diseño en Mobiliario para el Hábitat por la Universidad ELISAVA, centro adscrito a la Universidad Pompeu Fabra, en la ciudad de Barcelona, España. Al mismo tiempo, la empresa Mobly —dedicada a la fabricación y comercialización de muebles y artículos de decoración en San Pablo, Brasil— se encuentra produciendo la mesa Bourdeaux, un diseño original de Granotich.

¿Cómo fue ser parte de un postgrado internacional?

Es una gran experiencia en todo sentido. Más allá de la parte académica en sí, creo que el postgrado aporta mucho en cuanto a experiencias vividas. Uno tiene que ir dispuesto a conocer gente, estar activo, preguntar y sobre todo tener una actitud de apertura ante prácticamente todo.

¿Cómo te ayudó tu preparación en la Licenciatura en ORT para realizar el postgrado en España?

Participaron personas de distintas disciplinas como arquitectos, interioristas, diseñadores industriales. Si bien son carreras diferentes, todos teníamos una base similar y uniforme en cuanto a formación académica. Creo que mis conocimientos de grado estaban acorde a los niveles generales que se manejaban en el curso. Si bien cada licenciatura tiene sus enfoques y fortalezas, encontré un nivel muy parejo en cuanto a conocimiento general y manejo de herramientas de diseño.

Académicamente hablando, ¿en qué consistió?

El postgrado se trató específicamente de diseñar piezas de mobiliario. Si bien existen distintos proyectos dentro del programa, todos están enfocados en la creación de productos y accesorios para el hogar.

A lo largo del curso se plantean alrededor de cinco proyectos, en donde el estudiante hace trabajos tanto individuales como en grupo. Se realiza entre febrero y julio, y cada proyecto se divide en etapas. En varias ocasiones, uno como alumno tiene que presentar sus avances, desarrollos y proyectos frente al resto de los estudiantes y profesores.

De todo lo que aprendiste, ¿hay algún elemento o concepto novedoso que compartir?

Lo que más destaco del postgrado fue el contacto diario con profesores, visitas a fábricas y charlas con grandes diseñadores. Se aprende mucho conversando con personas de trayectoria que saben y entienden cada aspecto del desarrollo de un producto.

Tuvimos la oportunidad de tener como profesores a diseñadores reconocidos a nivel mundial y eso es un aspecto que por sí solo eleva la calidad del postgrado. También disfrutamos de encuentros con grandes exponentes del diseño como Alberto Lievore o Martín Azúa. Esas son experiencias que de otra manera difícilmente se puedan concretar. 

¿De algún modo esta formación modificó tu visión sobre el público para el que diseñás?

No específicamente. Si bien el curso estaba enfocado a crear mobiliario para el hábitat, no creo que haya influido de tal manera.

Más allá del público específico o del producto que se diseñe, creo que lo que más importa es el proceso de diseño y todo lo que esto implica.

¿Diseñaste algún producto durante el postgrado?

Durante el curso se diseñaron desde sillas y mesas de centro hasta luminarias. Cada proyecto tuvo su propio desarrollo, totalmente distinto a los demás. Incluso la dinámica de trabajo variaba mucho cuando el proyecto era en grupo a cuando uno tenía que resolver por sí solo.

Tu desarrollo profesional siempre estuvo centrado en el diseño de mobiliario.

Siempre tuve afinidad hacia el diseño de producto y creo que la Licenciatura me terminó de definir y enfocar hacia el diseño de muebles. Considero que recién estoy comenzando en el mundo del diseño de mobiliario, pero creo que el mayor desafío es entender cómo funciona el mercado y el entorno. No se trata solamente de crear productos bonitos, sino que hay toda una lógica compleja que involucra fabricantes, precios, intermediarios… Seguramente todos estos aspectos se vayan entendiendo mejor a medida que pasen los años y uno tenga más experiencia.

¿Cuál es el mercado hacia el que te proyectás? Imagino que un tema importante también es el trabajo de autor, con una producción que pueda llegar a realizarse para comercializar.

Actualmente estoy enfocado y me proyecto en el mercado brasilero. Hace unos años tuve la suerte de poder viajar a Brasil y conocer gente del entorno con los que mantengo el contacto hasta el día de hoy.

Considero que formo parte de la nueva generación que está intentando asentarse en Brasil con todo lo que eso implica. Sin dudas se manejan otras escalas y uno como diseñador puede sacar provecho de eso.

Me resulta fascinante pensar que uno puede idear y crear un producto que posteriormente se fabrique en otro país y sea utilizado por personas de allí.

¿Qué expectativas tenés para el futuro?

Me planteo como meta personal seguir involucrado en el entorno del mobiliario y crecer en experiencia como diseñador. Creo que es un ambiente en donde la experiencia es un factor fundamental para entender mejor cada aspecto del desarrollo de un producto.

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