Esta no solo es la primera formación de grado en su tipo en Uruguay, sino que también responde a una creciente demanda local e internacional de profesionales capaces de integrar herramientas de la computación, la estadística y la biología para resolver problemas complejos.
Conversamos con Ignacio Ferres, MSc. en Bioinformática, biólogo, docente y asistente a la coordinación académica de Biotecnología, quien colabora en el desarrollo de esta nueva propuesta.
Una evolución natural
“La Universidad ORT Uruguay venía trabajando en temas vinculados a bioinformática desde hace tiempo, especialmente en el ámbito de biotecnología, donde varias tesis ya habían abordado estas herramientas. Pero no existía una carrera como tal. El lanzamiento de esta licenciatura fue una evolución natural, combinando la experiencia de la facultad en sistemas y biotecnología”, explica Ferres.
¿Qué es la bioinformática?
La bioinformática es la intersección entre la biología, la informática y la estadística.
“Un bioinformático es como un analista de datos especializado en datos biológicos".
"Nos enfrentamos a ensayos, desarrollamos modelos, aplicamos estadística y usamos software para interpretar información compleja generada por otros, como biólogos moleculares o biotecnólogos”, explica Ferres.
Distinta de la Biotecnología
Aunque ambas carreras están conectadas, Ferres aclara que la bioinformática tiene un perfil diferente:
“La Biotecnología está enfocada en la aplicación de la biología en laboratorio húmedo, mientras que el bioinformático trabaja principalmente frente a la computadora".
"Eso no quita que sea fundamental conocer el entorno experimental, ya que los datos que analizamos surgen de esas prácticas”.
Un campo con salidas laborales diversas
Las oportunidades laborales para un bioinformático van en aumento. “Hoy por hoy el principal ámbito en Uruguay es el académico, pero también hay un ecosistema creciente de startups biotecnológicas que buscan incorporar bioinformáticos para sus equipos".
"En medicina, la bioinformática es clave en diagnóstico genómico y medicina de precisión. También hay aplicaciones en farmacéutica, salud pública y agroindustria”.
Formación versátil y con proyección internacional
Uno de los grandes diferenciales de la carrera es su versatilidad: “Los graduados no solo pueden trabajar con datos biológicos, sino aplicar su formación en ciencia de datos a otras áreas", destaca Ferres
"Pueden trabajar para el exterior sin necesidad de salir del país”.
Una carrera con mirada de futuro
La bioinformática está en plena expansión: “Se está acelerando el desarrollo de terapias, de modelos para analizar grandes volúmenes de datos, y de herramientas que antes eran computacionalmente imposibles. Hoy podés alquilar recursos en la nube y trabajar a la par de bioinformáticos de cualquier parte del mundo”.
Estamos convencidos del impacto significativo que podemos generar desde la formación en bioinformática en áreas como salud, agricultura, desarrollo farmacéutico y medio ambiente, mediante la preparación de profesionales capaces de integrar datos biológicos complejos con herramientas computacionales avanzadas para resolver desafíos reales y contribuir al avance científico y tecnológico del país.
Ing. Eduardo Mangarelli, decano de la Facultad de Ingeniería
Motivar desde la interdisciplina
Ferres invita a quienes estén dudando: “Es una carrera desafiante, enriquecedora, y permite trabajar en la frontera del conocimiento, más allá de dónde estés ubicado geográficamente. Además, el trabajo con grupos multidisciplinarios aporta una visión muy rica del mundo científico y tecnológico”.
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