El picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus) es un escarabajo originario del sudeste asiático que desde hace años afecta a las palmeras de Uruguay. Declarado emergencia ambiental, este insecto perfora los troncos y destruye tejidos internos, provocando la muerte de miles de ejemplares y alterando el paisaje urbano y rural.
En Montevideo y Canelones, los daños son cada vez más visibles, con palmeras secas y caídas que preocupan a especialistas y ciudadanos.
Una solución tecnológica con impacto ambiental
Preocupada por la falta de información centralizada sobre la plaga, decidió crear una aplicación web para visualizar y reportar casos de Picudo Rojo.
“La idea surgió porque veía palmeras en mal estado y no encontraba un lugar donde pudiera ver el avance de la plaga de forma puntual. Entonces pensé: si no existe, ¿por qué no lo hago yo?”, cuenta Emilia.
- Quizá también te pueda interesar la lectura de: "Uruguay vs. el picudo rojo: emergencia ambiental que debemos frenar este invierno"
Cómo funciona la aplicación
La app ofrece un mapa interactivo de Uruguay con datos actualizados sobre la situación de cada departamento, resúmenes generados con inteligencia artificial y reportes ciudadanos sobre palmeras sospechosas o infectadas.
“Cualquier persona puede contribuir marcando la ubicación de una palmera en mal estado, ya sea con coordenadas, un link de Google Maps o una descripción. Es una forma de empoderar a la gente para actuar, en vez de solo lamentar el problema”, explica.
Además, la plataforma incluye enlaces a recursos oficiales y guías de actuación, convirtiéndose en un punto de acceso clave para la comunidad.
Un desarrollo en tiempo récord
Emilia programó la aplicación en solo una semana, utilizando tecnologías como Node.js, librerías de mapas y herramientas de inteligencia artificial. “Lo más desafiante fue la falta de datos abiertos sobre palmeras afectadas. Empecé a recorrer el Prado y a usar Google Maps para marcar manualmente las que veía en mal estado”, recuerda.
La publicación sobre la aplicación en su perfil de LinkedIn generó rápidamente interacción. Usuarios empezaron a enviar reportes y de a poco surgieron otras colaboraciones con empresas que trabajan en la detección de la plaga.
Tecnología al servicio del ambiente
Para Emilia, el proyecto refleja su filosofía de usar la tecnología como herramienta de cambio social y ambiental. “Me molesta mucho quedarme en la queja. Esto es lo que puedo aportar desde mi lugar, aunque no sea experta en biología. Ojalá inspire a otros a usar sus conocimientos para resolver problemas reales”, afirma.
También destaca el rol de las nuevas tecnologías en acelerar procesos creativos:
“Hoy, con las herramientas de inteligencia artificial, podemos acelerar muchísimo los desarrollos y potenciar nuestra creatividad. Lejos de reemplazar a los ingenieros, nos multiplica las posibilidades de crear”.
Proyección y trabajo colaborativo
Si bien la app no es una fuente oficial, Emilia espera que pueda complementarse con datos de organismos públicos y empresas privadas para lograr un mapa más completo. También sueña con aplicar inteligencia artificial para analizar imágenes satelitales y detectar palmeras afectadas de forma automatizada.
Un consejo para futuros ingenieros
A quienes quieren desarrollar proyectos con impacto social o ambiental, Emilia les deja un mensaje:
Que no los paralice la idea de tener que presentar algo perfecto. Es mejor lanzar una primera versión y seguir iterando. La perfección puede esperar; la acción no.
Conocé la carrera Ingeniería en Sistemas