“Venecia es una ciudad que está apoyada sobre el agua, un archipiélago que mediante la intervención humana a lo largo de los siglos fue creciendo y ganando tierra al agua. En esta ciudad los edificios bordean los kilómetros de costa de las distintas islas, delineando los famosos canales que a su vez son atravesados por innumerables puentes para la circulación de las personas. De alguna manera nosotros nos planteamos darle la vuelta a todo eso y de ahí el nombre el proyecto Flipped”, dijo Amorelli.
En Venecia el agua está por debajo de la arquitectura. Los graduados proponen modificar este paisaje: “planteamos hacer una excavación en el agua, resultando así nuestro proyecto, es decir, un rectángulo gigante que está enterrado en el agua”, afirmó Varangot.
Amorelli explicó que este pozo “está definido en su perímetro por cascadas de agua, generando la ilusión de que se está llenando constantemente. Mediante el uso del agua que cae, el verde y algunos otros elementos se crean espacios dentro del pozo donde se pueden realizar diversas exposiciones y eventos culturales”.
Valoración del jurado
Flipped, elegido entre 142 propuestas presentadas por arquitectos de 30 nacionalidades, fue valorado por la radicalidad de su propuesta y la creatividad.
"El jurado tomó en cuenta para la evaluación: la claridad para transmitir las ideas del proyecto, la calidad de la propuesta arquitectónica, el criterio de emplazamiento, así como la relación de la propuesta con el paisaje, la respuesta al programa de usos propuestos y los criterios de sostenibilidad y aprovechamiento energético", explicó Varangot.
Los graduados contaron que las bases del concurso hacían hincapié en que el proyecto debía respetar el contexto histórico de Venecia pero a su vez debía convertirse en un paseo obligado para los visitantes de la ciudad. “Algo que no resulta nada fácil en una ciudad tan particular y con tanta historia como es Venecia. Nosotros pensamos mucho en esto al momento de empezar. ¿Qué podíamos hacer para crear un espacio que resultase llamativo, que respondiera a la necesidad de una ciudad tan particular y además que no interfiriera con lo existente? Creo que estas reflexiones de alguna manera quedaron plasmadas y es lo que valoró el jurado”, sostuvo Amorelli.
Compañeros de facultad y de proyectos
Amorelli y Varangot, quienes viajaron en distintas oportunidades a Venecia, fueron compañeros en la Facultad de Arquitectura. Ya graduados decidieron participar del concurso sin muchas expectativas. Cuando se enteraron que obtuvieron el segundo premio se sorprendieron. Piensan continuar participando en otros concursos “más ahora que estamos entusiasmados”, dijo Varangot. Sueñan con continuar desarrollando su creatividad como arquitectos y generar nuevas ideas.
Fueron premiados con dinero y la posibilidad de publicar su proyecto en diversos medios internacionales, lo cual para ellos es lo más importante, que se conozca su trabajo en el mundo.
Estos medios son Plataforma Arquitectura, Arquitectura Viva, The AAA magazine, AV proyectos y WA, además de la página web de Arquideas.
Frente a la pregunta si es posible concretar la propuesta, Varangot piensa que sí, ya que según su conocimiento, se han hecho a nivel mundial proyectos arquitectónicos más complejos. “Es difícil pero no imposible”, señaló.
Herramientas firmes de la carrera
Ambos graduados consideran que la universidad les brindó los conocimientos y las herramientas básicas para tener la posibilidad de presentarse en estos concursos.
“En los distintos talleres de Proyecto que cursamos a lo largo de la carrera siempre se hizo hincapié en considerar las preexistencias y que fuéramos conscientes del entorno donde íbamos a intervenir. Eso fue fundamental para la realización de este proyecto”, agregó Amorelli.
Varangot incentiva a que estudiantes y graduados de Arquitectura participen en estos eventos internacionales. “Recomiendo que se anoten, es una buena oportunidad. Te motiva y aprendés de las otras propuestas. Te da un pantallazo de cómo se trabaja en otras partes del mundo”, concluyó.