Luego de varios intentos de prueba y error, consiguieron el primer prototipo: lentes de madera hechos de forma artesanal. Para mejorar la calidad usaron un protector a base de agua que cuida la madera para que no se deteriore al mojarse. Los cristales son orgánicos y con protección UV400, y cuentan con bisagras flex para darle un ajuste al rostro de cada persona. La fabricación es totalmente artesanal, desde el lente hasta el packaging.