Conferencias y artículos

"La producción del conocimiento"

Rotary Club de Montevideo, 20/3/2007.

Conferencia del rector de la Universidad ORT Uruguay, Dr. Jorge Grünberg.

Señores miembros de la directiva, señores concurrentes: quiero saludarles y agradecerles muchísimo esta invitación que tanto me honra. Me impresiona la convocatoria y la dedicación del tiempo que Uds. hacen sistemáticamente esta organización. En mi opinión uno de los problemas de nuestro país es el reducido dinamismo de la sociedad civil. Cuando uno ve una organización como ésta en donde voluntariamente se dedica tiempo y esfuerzo al servicio a los demás, hay que resaltarlo por lo tanto los felicito además de agradecerles esta invitación.

En ORT tratamos de enseñar el valor de la síntesis y eso es lo que voy a tener hoy que ejercitar en el tiempo que me han dado.

La amable presentación de mis palabras se refirió al ranking mundial de universidades que salió publicado en la prensa hace unos días y como tuve muchas preguntas al respecto les resumo algunos de los resultados principales y sus implicancias para el país y la región. En el mundo se publican dos rankings internacionales de Universidades: uno es elaborado por la Universidad Jiao Tong de Shanghai por encargo del gobierno de China que tiene interés en hacer un benchmarking regular de las universidades chinas con las del resto del mundo. Y eso ya es interesante como dato, cómo un país que tiene un crecimiento de doble dígito hace ya muchos años en su economía mira a sus universidades como pieza esencial de su desarrollo.

El otro ranking internacional es el que nos ocupa y que es elaborado y publicado por el Times Higher Education Supplement de Inglaterra. Los dos rankings listan las 500 mejores universidades a nivel mundial, cada uno de acuerdo a sus criterios. El ranking chino fundamentalmente se orienta a la investigación y asigna gran importancia a la cantidad de premios Nobel que enseñan en cada universidad y lógicamente ese criterio es muy severo con las universidades de países en desarrollo. En ese ranking hay solamente siete universidades latinoamericanas entre las 500 mejores.

En el ranking del Times los resultados de Latinoamérica son también malos y éste es un mensaje de alerta a nuestra región. De las 500 mejores universidades del mundo hay solamente 17 latinoamericanas. La mejor rankeada es la Universidad Nacional Autónoma de México en el puesto 74. La mejor rankeada en el MERCOSUR es la Universidad de Buenos Aires. La única rankeada en el Uruguay es la Universidad ORT. Este ranking se elaboró entre otras fuentes, sobre la base de encuestas a 3.500 profesores universitarios de 102 países. A cada uno se le preguntó cuáles creía que eran las mejores 30 Universidades en su disciplina. También fueron encuestadas 750 empresas multinacionales preguntando de qué universidades contrataban profesionales. Con esos datos y considerando la cantidad de trabajos científicos publicados por cada universidad se obtuvieron estos resultados que incluyen entre las 500 mejores universidades del mundo tres chilenas, tres argentinas, cinco brasileñas y una uruguaya.

Esto indica que en Uruguay tenemos que apuntar a que haya en el próximo año más universidades uruguayas en este ranking pero de todas maneras por el tamaño y la cantidad de universidades que tenemos en Uruguay el hecho de figurar por lo menos con una ya nos puso en el mapa mundial. Este ranking mundial posiciona en forma particularmente deficiente la producción científica de las universidades latinoamericanas. En la variable investigación el puntaje máximo lo tiene el California Institute of Technology (100 sobre 100) mientras que la mejor universidad latinoamericana rankeada en investigacion es la Universidad Estatal de Campinas en el Estado de San Pablo en Brasil que tiene índice 3.7 sobre 100. La Universidad de Buenos Aires, la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad de Chile tienen 0.8. Ese es el nivel que tiene el sistema universitario latinoamericano en materia de producción de conocimiento. No hay tiempo hoy para hablar en detalle sobre eso.

Hoy en día la producción de conocimiento a nivel universitario está liderado por los Estados Unidos, hay una base emergente en Asia, hay dos continentes rezagados que son África y Latinoamérica y un continente en retroceso que es Europa; ese es el mapa académico mundial. Las regiones no son homogéneas, en Europa por ejemplo hay centros de excelencia en Inglaterra que compiten con las mejores universidades norteamericanas. Por otro lado, la Universidad de Pekín es la número 14 y la Universidad de Hong Kong número 33. ¿Por qué es importante todo esto? ¿Por qué son importantes para nosotros los rankings universitarios? Porque el desarrollo de un país se basa en el trípode: empresas, gobierno y universidades. Ese es el trípode de desarrollo. Ninguna de las piezas del trípode puede o debe ocupar el lugar de los demás. Cuando el gobierno quiere ser empresario las cosas no funcionan bien. Cuando la universidad deja de funcionar como universidad y quiere ser empresa o gobierno tampoco las cosas funcionan bien. El gobierno tiene que brindar un marco adecuado, mantener la seguridad, la educación básica, el medio ambiente; las universidades tienen que generar conocimiento y las empresas utilizarlo para el beneficio de todos.

En este momento la situación de nuestro país en el largo plazo es complicada. Hoy estamos contentos en nuestro país porque vemos un crecimiento económico de cierta magnitud. Sin embargo conjuntamente con el buen ritmo del crecimiento económico estamos viendo una incesante emigración de personas entre 20 y 30 años. Y no emigran personas que tienen hambre. Todos los datos nos muestran que se están yendo personas jóvenes que tienen una situación económica estabilizada, cargos seguros, en algunos casos pequeñas empresas de su propiedad. Y se van del país porque no ven un horizonte a 20 o 30 años de mejora para nuestro país. Nuestro país carece de una visión y esto no es un problema del gobierno ni del anterior, sino que deriva de una cantidad de factores culturales y sociales que deberemos modificar si queremos desarrollarnos en la sociedad del conocimiento.

Nuestra situación en el mapa geopolítico mundial es que no tenemos los recursos demográficos que nos permitan ser un productor industrial en gran escala con mano de obra semicalificada de bajo salario como China, India o Brasil. Eso no es un destino deseable para el Uruguay. Pero por otro lado tampoco somos un proveedor de conocimientos, de tecnología, de innovación porque no hemos alcanzado el nivel de capacitación de nuestros recursos humanos o el nivel de nuestro sistema científico universitario de países de rápido desarrollo como Singapur por ejemplo. Uds. recordarán por ejemplo que el primer gran avance en la clonación fue la oveja Dolly en Escocia. El científico que clonó la oveja Dolly y que era profesor en la Universidad de Edinburgo ahora trabaja en Singapur porque Singapur tiene el polo más dinámico del mundo en biotecnología. Nosotros no tenemos los recursos humanos ni institucionales, ni de mercado, ni de capital, que han acumulado en fecha bastante reciente países como Irlanda, Singapur, Israel, Taiwán, Corea del Sur o Nueva Zelanda. Todos estos países han logrado acumular recursos de capital humano y sistemas institucionales de promoción de innovación del cual nuestro país carece.

Por lo tanto estamos encerrados entre no poder ser un productor industrial y no poder ser un productor de conocimientos, y nuestra sociedad está percibiendo que esa posición en la cual estamos acorralados no nos deja un destino viable próspero. Eso es lo que está generando en mi opinión la emigración. En este momento tenemos estrategias y tácticas de contención como el pago de la deuda y el manejo fiscal. Pero no tenemos una estrategia nacional de largo plazo que necesariamente para un país del tamaño del Uruguay tiene que involucrar una redefinición de nuestro sistema educativo desde la secundaria especialmente hasta el sistema universitario y los sistemas institucionales que tienen que estar en su lugar para que Uruguay el día de mañana sea un productor de semillas transgénicas, de vacunas, de biotecnología, de software, de animación digital. No olvidemos que una de las empresas más valiosas del mundo hoy, Google, fue un proyecto doctoral que se transformó en empresa. Ese es el tipo de trípode que tenemos que armar en nuestro país si queremos seguir adelante.

Después que dije todo esto lo lógico es que se pregunten qué se puede hacer. La costumbre tiene que ser no criticar todo sino hacer propuestas. Hoy no tengo tiempo para hacer propuestas pero sí les puedo decir que los problemas a grandes rasgos se agrupan en tres: los problemas de equidad en el sistema universitario uruguayo. El sistema universitario uruguayo a brocha gorda excluye a los pobres. En un país de tres millones de habitantes si nosotros esperamos que la semilla transgénica o la vacuna o el chip en el cuello de la vaca solo de los que están acá en este salón porque pudieron pagarse la universidad eso no va a ser así. Hay una cantidad de Einsteins adentro de los asentamientos irregulares pero nunca van a salir de ahí a menos que los insertemos en el sistema universitario público o privado. Pero no llegan porque no terminan secundaria y si terminan seguramente no acceden a la universidad pública por más gratuita que sea ya que no pueden autofinanciarse 7 u 8 años de estudios y sus materiales, libros y tiempo de dedicación.

El otro problema que tenemos es el de calidad. Nuestro sistema universitario tiene grandes deficiencias. El ranking del Times lo muestra y la otra información objetiva que tuvimos sobre calidad el año pasado fue la evaluación del Mercosur, evaluación internacional por el cual las universidades uruguayas, nos vimos obligados a presentar nuestras carreras de ingeniería, de medicina y agronomía y todos habrán leído en la prensa los malos resultados obtenidos por 2 de las 4 universidades que se presentaron incluyendo a la universidad pública.

El tercer problema que tenemos es el de la falta de flexibilidad de un sistema universitario todo concentrado en Montevideo. Tenemos un sistema universitario de orientación profesionalista con las carreras organizadas en silos aislados y en donde los alumnos pagan costos fenomenales de tiempo para ir de una carrera a la otra.

Y para cerrar les quiero comentar un ejemplo de flexibilidad que leí hace unos pocos días y que me impresionó. Una empresa israelí lanzó un sitio web muy exitoso. En una entrevista al creador y empresario de 29 años que acaba de hacer esto, relata:: "Yo tuve la idea, después que tuve la idea estuve programando tres días y vi que era factible, lo mandé de noche a una empresa belga que le hizo el diseño gráfico, y al otro día lo mande a Vietnam a que lo programaran, a los tres días me lo mandaron de Vietnam con todo programado y presenté el proyecto en Estados Unidos en donde levanté 100 millones de dólares de inversores de riesgo". 10 días llevó el proyecto. Este es el tipo de ritmo y flexibilidad que vamos a necesitar en el mundo de hoy. Tenemos una gran oportunidad para reinventar nuestro país en la sociedad del conocimiento pero tenemos que modificar nuestros tiempos, nuestras prioridades y más que nada nuestras expectativas sobre nuestra propia potencialidad.

Muchas gracias.