Ceremonias de graduación
Ceremonias de graduación

Discurso de la Ing. Mariana Derderian

Palabras de la graduada de Ingeniería en Electrónica durante la primera ceremonia anual de graduación de mayo de 2016.

Buenas tardes a todos.

Es emocionante para mi poder estar aquí y trasmitirles unas palabras en representación de la facultad de Ingeniería, siendo graduada de Ingeniería en Electrónica.

Cuando entré a la universidad, recuerdo que vi la foto de los graduados de la última ceremonia de ese año. Se los veía felices por sus logros alcanzados y me pregunté; ¿me llegara ese momento a mí? Y hoy me toca estar aquí como estaban aquellos graduados... ¡Cuantas cosas pasaron en estos años!

En poco tiempo, para mí y mis compañeros, la facultad se convirtió en nuestra segunda casa, el lugar en el cual pasábamos gran parte de nuestro día. Muchas veces a full, con entregas, exámenes o trabajos obligatorios, pero otras veces nos hacíamos un tiempo para charlar y reírnos con amigos y compañeros. ¡Qué lindos esos momentos! Esas instancias yo las viví desde un lugar diferente al resto de mis compañeros, debido a que era la única mujer en el grupo de amigos. Al principio no fue fácil adaptarse a ello, a escuchar conversaciones de hombres, pero poco a poco me fueron haciendo un lugar, haciéndome sentir muy cómoda y pasé a ser uno más de ellos, así como lo escucharon, uno más de ellos... Por momentos me llamaban con algún nombre masculino, como “Carlitos”, en otras ocasiones me decían que ya era un amigo más, y hoy, ya recibida me llamaron ingeniero.

Hoy me pongo a pensar, que diferente hubiese sido mi paso por la Facultad con más compañeras mujeres... ¿A que se deberá esta falta de mujeres en esta rama de la ciencia? ¿Será que nosotros como sociedad influimos en que las mujeres no seleccionen Ingeniería como carrera a seguir y mucho menos a las llamadas “duras” como lo es Ingeniería en Electrónica? Tal vez la respuesta a estas preguntas se encuentre en los pequeños detalles de la etapa de la niñez. ¿Por qué regalarle a una niña un vestido de princesa y a un niño un kit Lego? Si no impulsamos desde temprana edad a las niñas para que desarrollen su potencial en todas las áreas, en definitiva las estamos limitando. Y créanme: no se pierde la femineidad por estudiar carreras científicas o técnicas.

La sociedad necesita de mujeres ingenieras, se necesita que aportemos a la ciencia desde nuestro lado profesional y femenino. Es más enriquecedor trabajar en grupos mixtos y multidisciplinarios y para eso solo se necesita una cosa: que hayan hombres y mujeres profesionales.

Tuve la oportunidad de comprobarlo durante un año y medio de trabajo en el equipo La Casa Uruguaya, ganadora del primer premio del concurso Internacional Solar Decathlon Latinoamérica y el Caribe 2015, en donde participamos mujeres y hombres de diferentes facultades de la Universidad ORT Uruguay. En ese mes que estuvimos compitiendo en Colombia, todos realizamos todo tipo de tareas, desde el armado de la casa, con todo lo que ello implica, el defender cada una de las 10 pruebas en las cuales competimos, el luchar por obtener un puntito más, en el desarmado de la casa y también en realizar las tareas del hogar, como cocinar y lavar los platos. Ahí no había tareas femeninas o masculinas: había un objetivo en común que era igual para todos y que nos exigió a todos por igual sin discriminar por sexo. Estoy convencida que la mayor fortaleza del equipo estuvo en la heterogeneidad de estudiantes y profesionales que lo integrábamos.

Espero que dentro de unos años esta cantidad desigual entre hombres y mujeres que eligen la Ingeniería como profesión sea solo un recuerdo. Y esto será triplemente bueno: para las mujeres porque accederán a profesiones de alta demanda laboral con desempleo cero, para la sociedad toda que dará un nuevo paso hacia la igualdad de género y para la economía de nuestro país porque duplicaremos la capacidad de exportar productos del conocimiento.

Para finalizar, quiero agradecer a las autoridades de la Facultad de Ingeniería, así como también a la universidad por haberme otorgado una beca por excelencia académica, la cual me permitió poder estudiar en esta institución. Sin dudas que el plan de becas que posee la universidad permitió que hoy muchos de nosotros estemos aquí.

También quiero agradecer a nuestras familias, las cuales nos apoyaron día tras día, en todo este proceso de convertimos en profesionales, dándonos ánimo en todos esos momentos en donde no nos iba tan bien como esperábamos, y celebrando con nosotros cada triunfo, por más chico que fuese, como la obtención de ese primer crédito académico, en donde tal vez era algo insignificante sabiendo que teníamos que alcanzar 39 más, pero que sin dudas marcaba el comienzo.

A todos los graduados les deseo muchos éxitos en esta nueva etapa profesional.