Autoridades de la universidad, docentes, colegas, familiares, amigos tengan todos muy buenas tardes. Es un privilegio haber sido seleccionada para dirigirme a ustedes en representación de la Facultad de Comunicación y Diseño.
Cuando me propusieron dirigirles la palabra en esta ceremonia fue imposible no tener una mirada introspectiva a lo largo de mi proceso académico.
En el año 2011, con más incertidumbres que certezas, comencé la Licenciatura en Diseño Gráfico. Tanto al comienzo como a lo largo de estos cinco años en varias oportunidades diversas personas me formularon las mismas preguntas: Qué es el diseño gráfico? Qué es lo que se diseña? Cuál es la tarea del diseñador gráfico? Seguramente muchos de ustedes quizás compartan las mismas inquietudes. Permítanme entonces profundizar en algunos de estos puntos.
El diseño gráfico es una profesión de un gran poder, pero desconocido para muchos: Es un proceso de comunicación visual donde lo invisible se vuelve visible y las ideas se convierten en mensajes. Éstos se dirigen a un público establecido y tienen un propósito claro y determinado, cumplen una función.
Pero… ustedes se preguntaran, dónde radica su poder? Actualmente acceder a las herramientas de diseño no es una tarea complicada. Sin embrago, el tener acceso a ellas me convierte en un gran diseñador? Antes de responder estas preguntas me gustaría compartir con ustedes una pequeña anécdota personal. Cuando ingresé a la Universidad yo tampoco era consciente de la real importancia del diseño. Estando en primer año en una de las clases un compañero planteó porque no hacíamos énfasis en la utilización de las herramientas de diseño, ya que su perfeccionamiento el día de mañana nos iba hacer mejores profesionales, a lo que el docente contesto: las herramientas o la utilización de un software no son lo más importante, lo que realmente tiene importancia son las ideas, el modo de mirar el mundo.
Sus palabras quedaron en mi consciencia y hoy puedo decir con convicción que ese docente estaba en lo cierto; el poder transformador del diseño está en las ideas. Con ellas construimos y generamos desarrollo, las buenas ideas son la base sobre la cual los diseñadores podremos construir nuestro mejor trabajo profesional.
Es por esto que tenemos una gran responsabilidad, el poder producir mensajes que contribuyan positivamente en nuestra sociedad, respondiendo a los problemas con compromiso, conocimiento y creatividad, para poder no solo generar valor sino algo aún más difícil… una respuesta emocional, un cambio, una experiencia.
Quisiera citar un claro ejemplo bastante reciente para lograr comprender mejor lo dicho anteriormente. Como todos saben hace tan solo unas semanas en París se perpetraron unos terribles atentados. Ante la situación creada un diseñador gráfico francés indignado pero queriendo la paz para su país, tomó su libreta de bocetos y de manera inconsciente analizó, unificó y simplificó imágenes creando un nuevo símbolo de solidaridad y paz. Logró con una idea simple pero poderosa trascender las fronteras, idiomas y religiones, obteniendo como resultado que las personas se identificaran con dicho mensaje, haciéndolo propio y plasmándolo en camisetas, carteles y las distintas redes sociales.
Este es un buen ejemplo del poder de las ideas. Nuestra mejor arma es tener la habilidad de poder observar los hechos desde otra perspectiva, ir más allá de lo evidente, teniendo una mirada amplia y abierta.
Es por esto y por muchas más razones que hoy luego del camino recorrido tengo la certeza absoluta de que el diseño es una profesión increíble, capaz de transmitir emociones, valores e ideas a través de la combinación de las formas, las tipografías y los colores.
Independientemente al diseño creo que sea cual sea la profesión que cada uno haya elegido lo más importante es el amor por lo que hacemos, el cual hace que valga la pena el esfuerzo y nos ayuda a superar cualquier dificultad que se nos presente en el camino.
Graduarse es ciertamente un logro personal. Pero no deja de ser un proceso colectivo por lo que quisiera agradecer a todas las familias de los graduados, en especial a la mía, ya que sin su apoyo incondicional sería imposible estar hoy aquí. Para finalizar me tomaré el atrevimiento de invitarlos a que en nuestra vida profesional seamos agentes de cambio, haciendo de este modo del mundo un lugar cada día mejor.
Felicitaciones graduados y muchas gracias.