Buenas tardes.
Quiero comenzar agradeciéndoles por acompañarnos en esta instancia de celebración del día de hoy.
Algunos años atrás me encontraba finalizando mi educación secundaria y se planteaba ante mí la gran duda que casi seguro se le presentó alguna vez a la mayoría de quienes aquí estamos; el famoso, y ahora, ¿qué hago?
Si bien estaba claro que deseaba formarme a nivel universitario, el abanico de posibilidades era gigante, hasta abrumador me atrevería a decir.
Levemente guiado por la orientación que había cursado en mi bachillerato y dentro del típico cliché de la facilidad para los números que todos conocemos, Ingeniería se presentaba como la opción más tentadora. Casi que por inercia, esa fue mi elección.
Ciertos gustos bastante particulares, técnicamente hablando, llevaron a que eligiera la especialización en la rama de la electrónica. Cinco años después me encuentro ante ustedes habiendo obtenido el título de Ingeniero en dicha rama, y lo que resulta más importante en este momento, hablando en representación de toda la Facultad de Ingeniería.
Oportunidad que me permite contarles que poco queda de aquella mentalidad inmadura que asociaba esta profesión exclusivamente a la capacidad de resolver (sin mayores dramas) problemas lógicos y construir parafernalias tecnológicas.
Si bien estos puntos deben ser solventemente aplicados en el ejercicio profesional, a medida que avanzaba en mis estudios intercambiaba momentos con mis compañeros y me enriquecía en experiencias vinculadas al área en varias instancias me detuve a pensar (y esto aplica a todas las carreras)qué es lo que realmente nos está motivando a afrontar todos estos sacrificios.
A superar el cuestionante de si elegimos el camino académico adecuado, a conllevar el estrés, a no salir a tomar algo helado en pleno febrero por preparar exámenes mientras todo el mundo parecía conspirar en nuestra contra, a dejar momentaneamente de lado otras pasiones, como lo fue en mi caso la música.
Algo más tenía que haber aparte del deseo de diseñar puntualmente un gadget o desarrollar una app revolucionaria e idealmente llegar a la vejez con una cuenta bancaria consolidada. A lo largo del proceso llegué a la conclusión (y esto ya es algo muy personal) que lo que se encuentra intrínseco en todos mis colegas aquí presentes es algo mas relevante y profundo: un fuerte compromiso social.
Este concepto aplica para toda carrera universitaria pero enfoncándonos en Ingeniería la omnipresencia de nuestra disciplina en infinitos aspectos de la vida cotidiana nos asigna como profesionales una gran responsabilidad con el conjunto de la humanidad. Un vínculo con el avance tecnológico para mejorar la calidad de vida de la sociedad.
Somos los encargados de llevar a la práctica la ciencia, de hacerla accesible y por sobre todas las cosas utilizable para todo el mundo.
Y es aquí donde quiero transmitirles un sentimiento propio: tranquilidad y seguridad, que viene asociada al hecho que conozco a gran parte de estos recién recibidos colegas de forma personal y puedo decirles que la ambición por hacer las cosas cada vez mejor, el instinto de autosuperación, la responsabilidad y por sobre todas las cosas la abundancia de buenos valores de este grupo humano aquí presente no tiene límites.
Para mí es un gran honor hablar en representación de todos ellos en esta instancia de celebración y me gustaría agradecerle personalmente a cada uno por la confianza que me inspiran, por la calma que inspira saber que nuestro futuro se encuentra en buenas manos.
Para finalizar me gustaría hacer hincapié en un tema no menor; a todas las familias aquí presentes, llenas de orgullo por sus recién graduados, las invito a reflexionar sobre lo inmenso de su responsabilidad en el proceso de que todos ellos estén siendo homenajeados en este momento. Desde la crianza hasta el apoyo que les brindaron en todos los aspectos necesarios para que todo esto fuera posible. Conviertan ese orgullo, que sienten por ellas y ellos, en propio y ahora el agradecimiento es para ustedes por este grupo de profesionales que han generado.
Espero que estas breves palabras hayan generado aunque sea un vestigio de la calidez que me generó a mí al momento de escribirlo.
Muchas gracias a la institucion por la oportunidad y por brindarme a mi y a mis colegas el marco académico para crecer intelectualmente y como personas.
Solo resta felicitar y agradecer nuevamente a todos mis colegas aquí presentes de todas las disciplinas, así como felictiar y agradecer a todos sus acompañantes por su apoyo y atención.
Me despido muy calidamente de todos ustedes. Muchas gracias.