Buenas tardes a todos.
Permítanme expresar que es un gran honor para mí poder dirigirles unas palabras y una gran alegría estar aquí con todos ustedes en este día tan especial.
Como algunos quizás sepan, en esta ceremonia se encuentran los primeros graduados en nuestro país de Licenciatura en Biotecnología, entre los cuales estamos mis compañeros y yo. Hace casi cinco años que decidimos emprender este desafío. Ahora, mirando hacia atrás, me doy cuenta que han pasado muchas, pero muchas cosas y que en este tiempo la universidad fue, en esencia, mi segunda casa.
Cuando salí del liceo, tenía la intención de hacer medicina. A su vez, un amigo me comentaba acerca de una nueva carrera que comenzaría en la Universidad ORT Uruguay, y me terminó convenciendo de hacerla. Estaba bastante interesado en el potencial de la biotecnología, pero también me gustaba la medicina, por lo cual empecé a hacer las dos carreras a la vez. Este perfecto estado de equilibro en donde hacía estas dos carreras, duró exactamente tres semanas… Tuve que tomar una decisión, y decidí apostar a lo nuevo y desconocido, la biotecnología.
Mi primer año en esta carrera no fue muy bueno. No estaba acostumbrado a que me fuera mal en lo académico, y me encontré de frente con el fracaso. Creo que muchos de los que están aquí presentes saben de lo que hablo, ¿Verdad? Gran parte de los debates internos que tuve en estos años como estudiante, fueron acerca de cómo pararse frente a la adversidad.
Llegué a la conclusión, después de mucho tiempo, que a los obstáculos hay que afrontarlos con rebeldía. Si había alguna dificultad, la iba a enfrentar. Si tenía algo que decir, lo diría, si veía que algo no salía, lo intentaría hasta que saliese, sin detenerme. Si me quedaba sin alternativas, inventaría alguna nueva. La idea es no quedarse encasillado, y siempre intentar ver más allá. Muchas veces caemos en el error de la rutina, y eso nos impide ver todas las posibilidades. Hay que salirse de los esquemas.
Quizás algunos se pregunten, ¿Qué tiene que ver esto con la Biotecnología? Y entonces, yo les preguntaré: ¿Qué es la Biotecnología? Esta pregunta es célebre dentro de nuestra carrera. La biotecnología es algo tan amplio que a veces es difícil dar solo una definición. Como biotecnólogos, somos capaces de tratar con bacterias derrames de petróleo, de generar energía a través de deshechos, de brindarle nutrientes extra a nuestros alimentos, o hacer plantas resistentes a la sequía, podemos diagnosticar enfermedades y curarlas utilizando estructuras invisibles a simple vista, y reducir el código de nuestra existencia, nuestro genoma, a un archivo de texto que entra en un pendrive.
Con la biotecnología, hemos comenzado una revolución. En pocos años, seremos capaces de obtener la información de nuestro código genético y el de otros seres vivos, a un módico precio. Esto abrirá una amplia gama de posibilidades en investigación y avance tecnológico, que nos ayudará a comprendernos a nosotros mismos y a los organismos que nos rodean, y aplicar ese conocimiento para resolver problema hoy insolubles, por razones técnicas o de costos, en áreas como medicina e industria alimentaria.
Nosotros, como los primeros graduados en el país en este nuevo campo con tanto potencial, tenemos la responsabilidad de tomar una actitud vanguardista ante este nuevo panorama. Aquí es cuando tenemos que jugar todas nuestras cartas, y tomar una actitud desafiante. Buscar nuevos horizontes, alternativas... Hay un mundo de posibilidades. No nos conformemos. Busquemos lo sensacional, lo nuevo. Expandamos el estado de la técnica, aportemos al saber humano, tomemos esto con rebeldía. Pero para tener trascendencia como país en este campo, necesitamos ser más, muchos más, dedicados a esta tarea. Todos los que quieran sumarse son bienvenidos. Les aseguro que las perspectivas en esta área son brillantes.
Muchas gracias.