Autoridades de Universidad ORT Uruguay, autoridades de instituciones amigas que nos acompañan, familiares y amigos, …muy buenas tardes. Les hablaré ahora como Licenciada en Diseño de Interiores y permítanme volver seis años atrás, al comienzo de esta historia que fue cuando decidí que esta sería mi profesión. El diseño era mi vocación y no era fácil planteármelo como meta siendo del interior y trabajando, pero sabía que si realmente me lo proponía lo podría lograr.
Surgió el concurso “Diseña tu cuarto” que organiza Universidad ORT, era la segunda vez que se hacía, y sentí que era mi oportunidad. Realicé mi primer proyecto de interiores diseñando mi propio cuarto, en el que puse todas mis ilusiones y expectativas. En la primera etapa el jurado seleccionó a tres finalistas y yo quedé entre ellos.
El siguiente desafío era lograr la mayor cantidad de votos entre los tres finalistas, se trataba de una prueba totalmente diferente pues las reglas del juego ya no eran estrictamente de diseño. Debía lograr que la gente conociera y apoyara mi proyecto, no sólo mi proyecto de diseño, sino también mi proyecto de vida. En Canelones, donde yo vivo, nadie sabía de la existencia del concurso por lo que fueron de a poco surgiendo algunas ideas de cómo hacer para que la gente me votara. Llegué a hacer cosas que hasta ahí no había imaginado que haría, pero mi proyecto valía la pena: fui al canal local de cable, a la radio, pegué afiches por todos lados, fui a los colegios, liceos y a la UTU, pasando clase por clase con la maqueta, explicando que esta era mi vocación. Fue una movida donde el entusiasmo nos fue contagiando a todos. Fue maravilloso sentir el apoyo de toda la gente. Llegué a sorprenderme cuando vi en cybers afiches que yo no había hecho pidiendo que votaran por mi proyecto, como también que niños de los colegios que había visitado hicieran papelitos para tirar por debajo de las puertas. Hasta el día de hoy a veces me pasa que me cruzo con gente que no conozco y me dice: “vos sos la del concurso?! yo te voté!”. Fue una experiencia que me enriqueció muchísimo como persona y que valió la pena vivirla para sentir la solidaridad y generosidad de quienes nos rodean.
Al año siguiente cuando comencé facultad mi postura era otra, tenía claro que quería esto para mi futuro y enfrenté la carrera desde el principio con otra certeza, con más confianza en mi misma. Sin importar el esfuerzo que fuera a ser necesario, ya tenía una gran meta lograda y nuevos desafíos que dependería solo de mí superarlos con éxito.
Hoy miro seis años para atrás y agradezco al jurado que vio en aquella maqueta y carpeta que presenté, algo en mí que podía proyectarse como una futura buena diseñadora. Durante estos años de estudiante siempre di el máximo y sentí que era importante de alguna forma reafirmar que habían hecho una buena elección.
Quiero agradecer a la Universidad ORT que me dio esta oportunidad de desarrollar mi vocación, como también a mis docentes y compañeros por todo lo que aprendí junto a ellos en tantas vivencias y momentos compartidos.
Hoy miro hacia el futuro, y una vez más, me encuentro frente a un nuevo desafío, pero ahora como profesional. Con todas las herramientas que sumé estos años y sabiendo que el éxito dependerá en gran parte de mi. Aprendí que cuando queremos alcanzar un objetivo, para lograrlo basta con tomar la decisión, no importa lo buena diseñadora que sea sino que tan buena quiera llegar a ser.
Muchas gracias.