Ceremonias de graduación
Ceremonias de graduación

Discurso del Ing. Bruno Bianchi

Palabras del graduado de Ingeniería en Sistemas durante la primera ceremonia anual de graduación de agosto de 2012.

Autoridades de la Universidad ORT Uruguay, amigos todos, buenas tardes. Es un honor para mí poder dirigirme a Ustedes en representación de mis compañeros de generación.

Hoy celebramos el inicio de una nueva vida profesional; una vida profesional que comenzó a gestarse hace ya algunos años cuando nos vimos inspirados por la vocación y decidimos seguir su llamado; una vida profesional que desde entonces se ha ido consolidando con el estudio, la experiencia y el intercambio diario con nuestros pares y docentes. Hoy celebramos el esfuerzo, la constancia y la determinación que han hecho posible que estemos aquí reunidos.

Mientras redactaba estas líneas, pensaba en los muchos desafíos que nos aguardan y revalorizaba aquellas palabras que desde un comienzo nos fueron transmitidas por la Universidad: “aprender a aprender”. Esto me hizo reflexionar sobre la necesidad de mejorar continuamente frente a un contexto tecnológico en vertiginosa evolución, no sólo para mantenernos competentes y competitivos, sino también para responder responsablemente al compromiso que asumimos frente a una sociedad que nos reconoce como profesionales y confía en nuestra pericia y en nuestra ética.

Quisiera agradecer a la Universidad por la formación que he recibido; por la preocupación constante por ofrecer un nivel educativo de excelencia, manifiesto en su cuerpo docente, su personal administrativo y sus políticas de mejora y especialmente, por las oportunidades estudiantiles y laborales que brinda a muchos de sus estudiantes en reconocimiento a su desempeño académico. Al cuerpo docente, muchas gracias no sólo por los valiosos conocimientos impartidos, sino también por inspirarnos con su experiencia y profesionalismo. Por último, muchas gracias a nuestros afectos por acompañarnos en este camino que elegimos, sin vuestro apoyo esto no habría sido posible.

Para finalizar, quisiera compartir con Ustedes una anécdota personal que sucedió hace algunos años hablando con un instructor en artes marciales. En esa oportunidad le preguntaba por qué él no exponía sus trofeos y medallas en su lugar de trabajo. Su respuesta fue la siguiente: “Ellas son un reflejo de la persona que fui. No necesariamente hablan de la persona que hoy soy. Su ausencia es un recordatorio de la persona que puedo llegar a ser”.

Muchas gracias por vuestra atención.