Ceremonias de graduación
Ceremonias de graduación

Discurso de la Ing. Eugenia Álvarez

Palabras de la graduado de Ingeniería en Sistemas durante la segunda ceremonia anual de graduación de octubre de 2011.

Autoridades de la Universidad ORT, autoridades de las instituciones que nos acompañan, docentes, colegas, familiares y amigos… ¡buenas tardes!

Es un gran honor para mí haber sido designada para hablar en nombre de mis compañeros de generación. Creo interpretar cabalmente el orgullo unánime que sentimos por haber concluido esta etapa, y sabernos debidamente preparados para dar vuelta la página y comenzar con confianza a desempeñarnos como jóvenes profesionales.

Como todos percibimos, a nuestro alrededor el mundo va cambiando de continuo. Pero es en nuestra propia área de acción, las Tecnologías de la Información, donde la velocidad del cambio es especialmente notable.

De hecho, hace 40 años la carrera de informática prácticamente no existía, y hoy en día es uno de los pilares sobre el cual el mundo evoluciona y se revoluciona. Lo que tan solo un año atrás era innovador, hoy nos resulta cotidiano.

El cambio es tan rápido, que en numerosas ocasiones el tiempo que nos lleva adquirir destreza para utilizar con propiedad una determinada herramienta es equivalente al tiempo que demora el mercado en introducir una nueva alternativa, que con más y mejores prestaciones la supera ampliamente.

Por lo tanto, muchas de las herramientas que fuimos aprendiendo a utilizar a lo largo de la carrera dentro de pocos años estarán obsoletas. Más aún, mucha de la información que hemos recibido en nuestros primeros años de facultad ya hoy está perimida. Pero entonces cabría preguntarse, ¿durante los 5 o más años de esfuerzo que nos llevó la carrera estuvimos perdiendo el tiempo? Obviamente que no.

El pasaje por la universidad es una etapa de aprendizaje en muchos aspectos de la vida. No sólo hemos aprendido a manejar ciertas herramientas, a resolver problemas, a entender y saber aplicar el proceso de ingeniería, sino que fundamentalmente nos hemos ido formando como personas y profesionales, con todo lo que ello implica. Más allá de reconocer el valor de la información recibida, es el conjunto de los valores éticos inculcados lo que habrá de guiar responsable y provechosamente nuestra vida profesional de ahora en más.

Lo relevante del proceso de aprendizaje no ha sido el haber logrado el dominio experto en determinadas herramientas informáticas, sino contar con la capacidad de analizar, evaluar y decidir cuál es la mejor combinación de nuevas prácticas y procesos para dar eficiente respuesta a las demandas y necesidades que de continuo se nos habrán de plantear – situaciones y problemas que hoy por hoy ni siquiera somos capaces de imaginar. Es decir, más que bien informados, nos sentimos sólidamente formados.

La línea que ahora estamos cruzando en verdad es más importante por lo que viene, que por lo que dejamos atrás. Es mucho más línea de partida que de llegada. Es cierto que nos propusimos hacer una carrera, y en tal sentido estamos contentos de haber llegado a la meta – una meta predecible y a la que siempre tuvimos en claro por dónde llegar. En cambio, la carrera que ahora empezamos es mucho más larga y ni siquiera sabemos bien por qué caminos nos llevará. Lo que sí sabemos es que largamos muy bien preparados.

El éxito como profesionales irá de la mano con nuestro interés y voluntad por mantenernos actualizados, investigando y estudiando tendencias a medida que la tecnología siga evolucionando. Nuestro mundo no reconoce ni reconocerá más a los buenos profesionales por el sólo hecho de haberse graduado con más o menos buenas notas, sino por lo que hagamos de aquí en más con nuestra capacidad de saber encarar situaciones nuevas.

En tal sentido, unas breves palabras del ingeniero Enrique Baliño resumen sabiamente lo que les he querido transmitir: "El éxito no es un destino. Nunca se llega. Es un viaje, siempre se está en el camino, siempre se está construyendo".

Finalmente, y ya dando el primer paso de nuestro nuevo camino, es bueno reconocer que hasta aquí no llegamos solos…por lo que quiero aprovechar esta instancia para agradecer a todos aquellos que hasta aquí nos apoyaron y han estado incondicionalmente a nuestro lado: desde el personal de Universidad ORT, a nuestros compañeros de generación, familiares, parejas y amigos.

La real y definitiva carrera ha comenzado.

¡Muchas gracias!