Quiero agradecerles haber venido a compartir este momento con nosotros.
También quiero agradecer a quienes en mi Facultad me designaron para decir estas palabras en representación de mis colegas. En estos años en la universidad hemos crecido como personas primero y como profesionales después. No puede haber un buen profesional donde no hay una persona con una fuerte formación ética y moral. Pero a la par de nuestro crecimiento también crecieron los desafíos y con ellos las oportunidades.
Recuerdo en el primer año de carrera, que una de las charlas de las Jornadas Académicas de la Facultad de Ingeniería (JAFI) a la que fui, versaba sobre nuevas tecnologías. Uno de los conceptos que más me llamó la atención fue el de Web 2.0, más conocida como la Red Social. Esta Web 2.0 nos daba (y nos da) la posibilidad de relacionarnos con personas del otro lado del planeta, generar contenidos con un solo clic y a la misma vez con idéntica facilidad absorber información. El mensaje era claro: se viene el tren y hay que subirse. Es que en nuestra profesión las cosas son así, los trenes vienen y hay que subirse, aprovecharlos, recorrer caminos y mejorar. Hay que reconocer los momentos justos para innovar, crear y hacer lo que sabemos hacer. Estoy convencido de que en estos años en la universidad se nos dieron las herramientas para tener una visión capaz de reconocer oportunidades y aprovecharlas.
El mundo cambia muy rápido, ya en Uruguay casi un 1.3: de personas tienen acceso a internet. No se puede negar que el plan Ceibal fue un gran impulsor de la universalización del acceso a internet y por lo tanto a la información y el conocimiento, más allá de las discusiones pedagógicas sobre el plan en sí. En ciudades del interior se puede ver a los niños y sus familias con las ceibalitas en las plazas o alrededores de las escuelas haciendo uso de las conexiones inalámbricas. ¡Hace pocos años en algunas casas no había energía eléctrica! ¿Cuántos Uruguayos creen que tendrán acceso a internet en 5 años?
A nivel mundial hay casi 1.000: de usuarios de Facebook. De ese número, 1.876.000 son uruguayos. Comparado con los 309.000 registrados en 2009, es un crecimiento de casi un 400% y coincide con la cantidad de personas con acceso a Internet. ¿Cuantos usuarios de Facebook creen que habrá en 5 años más?
Las oportunidades están. Las herramientas las tenemos. Está en nosotros aprovecharlas.
Uruguay es el principal exportador de Software de Latinoamérica, es proveedor de 54 países y esta actividad genera ingresos que representan casi el 6% del total de las exportaciones. Parte de este crecimiento se debió a las exoneraciones tributarias de las que gozaba el sector, pero es indiscutible que el nivel profesional de los trabajadores del sector fue un factor clave para lograr este éxito. Ahora nos enfrentamos con problemas que hacen peligrar el liderazgo que se construyó durante más de 20 años.
Primero, las exoneraciones tributarias que recibía esta industria se han ido reduciendo hasta casi desaparecer en este año, por lo menos en lo que respecta al IRAE, lo cual repercute directamente en los costos y pone en peligro el espíritu emprendedor tan característico del sector.
En este mundo cada vez más competitivo la capacidad de colocar nuestros productos en el exterior y de comunicarnos con clientes o colegas en cualquier parte del mundo es fundamental. Sin embargo, los costes de comunicación en Uruguay siguen siendo muy altos y las velocidades de transferencia muy bajas. Si queremos competir, es imperativo mejorar nuestras conexiones con el mundo, reducir los costos y lograr mejores velocidades de transferencia. No pedimos privilegios; sólo pedimos déjennos competir, no nos pongan trabas, no permitan que la burocracia gane frente a la producción. El riesgo es nuestro, la ganancia es para todo el país.
En 2005 comenzaba mi carrera en la Facultad. Facultad que se transformó en hogar, no sólo por la cantidad de horas que pasaba aquí y que muchas veces superaba a las que pasaba con mi familia, sino porque me hizo sentir como en un hogar. Los compañeros, los docentes y cada una de las personas que trabajan aquí me lo hicieron sentir así. ¡Imagínense lo importante que es eso para un chico de 17 años que venía del interior a enfrentarse con la capital! Es por eso que hoy digo con orgullo que pertenezco a la familia de ORT.
Para finalizar quiero compartir algo con ustedes: Steve Jobs, fundador de Apple, tiene en su escritorio las siguientes palabras tomadas del Zen: "El camino es la meta". Creo que ha sido una buena guía para él, creo que es una buena guía para nosotros.
Muchas gracias.