Buenas tardes a todos.
En primer lugar quisiera agradecer la oportunidad de poder dirigirme hacia ustedes en representación de los egresados de la Facultad de Arquitectura. Es para mí realmente un honor.
Quisiera dedicar unas breves palabras a todos quienes de una manera u otra permitieron que hoy pueda estar en esta ceremonia junto a ustedes. Creo que cada una de nuestras familias y amigos son tan protagonistas como nosotros los graduados, y fue gracias a su esfuerzo, sacrificio y dedicación que hoy podemos estar disfrutando de este momento. (A mi padre, mi madre y hermana, a mi prima, primo y tíos, a toda la familia Jiménez Silva y Rosas y amigos) Sinceramente muchas gracias.
Hoy es un día muy especial, pero creo que debemos entender que es especial no porque hayamos superado otra etapa en nuestra educación, sino por ser el comienzo de un nuevo desafío. Hoy confirmamos que podemos cumplir con las metas que nos trazamos. Hoy es el día para trazarnos una nueva meta.
Como graduados universitarios somos parte de una minoría privilegiada, somos el escalón más alto en la sociedad del conocimiento, y debemos actuar como tal. Tenemos una gran responsabilidad sobre nuestros hombros, y esta es volcar ese conocimiento que adquirimos hacia nuestra sociedad. No podemos permanecer ajenos a la realidad de nuestro país: a desarrollar y educar sobre la eficiencia energética y aplicarlo en nuestros edificios públicos; a mejorar la vivienda social colectiva; a entender los recursos como patrimonio y construir edificios cada vez más sustentables; a crear espacios públicos flexibles que incorporen en ellos el valor de la diversidad y las dinámicas actuales. Tenemos un compromiso, con los demás y con nosotros mismos.
Creo que no es necesario pensar en grandes revoluciones del pensamiento, ni cambios paradigmáticos que transformen radicalmente la forma en que vivimos. Sino en considerar la responsabilidad de cada uno de nosotros como individuo, y como parte de un cuerpo social mayor en el cuál debemos medir nuestras acciones conforme a cómo sería el mundo si todos actuaran como nosotros. O sea, pensar en que nosotros, en la intimidad de nuestras decisiones podemos cambiar el resto de la sociedad y establecer un ejemplo a seguir. Un ejemplo que debe estar basado en la ética y el método de trabajo, en un "hacer" que enseñe a hacer.
Entiendo entonces que debemos ser ambiciosos, trabajar duro, exigirnos, ser persistentes y predicar con el ejemplo.
Debemos investigar, innovar, derribar fronteras, mirar hacia el futuro.
Debemos apuntar alto, elegir nuestro propio camino.
Debemos aprender a mirar con nuestros propios ojos.
No podemos dejarnos llevar por la rutina, por los prejuicios, por lo establecido, por el "no se puede", por los que no se animan.
Tenemos el conocimiento, las herramientas al alcance de la mano, estamos convencidos y seguros que lo podemos lograr. Tenemos una oportunidad única, entonces hago un pedido a todos, y es que seamos protagonistas. Aprovechemos juntos esta oportunidad.
Muchas gracias.