Autoridades de Universidad ORT, familiares, amigos, graduados, tengan todos muy buenas tardes. Es para mí una gran alegría y un gran honor, haber sido elegida por la universidad para estar hoy aquí compartiendo con ustedes parte del camino que nos reúne en esta celebración.
En primer lugar quisiera expresar mi enorme agradecimiento a la universidad por todo lo que nos ha brindado, y en especial por todo lo que me ha brindado. Estos años en la universidad han sido años repletos de ejemplos. Ejemplos de tantos profesores que en cada clase nos transmitían sus conocimientos, pero más importante aún, nos transmitían su vocación por la educación lo que nos acercaba aún más a esos conocimientos.
Quiero agradecerles el haber sido constante estímulo y motivación en la búsqueda de conocimientos y en la superación, y por haber sido ejemplos de excelencia académica y profesional.
También quiero realizar un especial reconocimiento a todas las personas que trabajan en la universidad que han sido siempre expresión de servicio y amabilidad, y agradecer a mis compañeras de estudio y amigas, fuentes inagotables de motivación y compañerismo.
Por último quiero darle las gracias a mi madre, por haberme transmitido siempre el valor de la educación, e impulsarme a superar todas las dificultades que el aprendizaje implica.
Me gustaría compartir con ustedes una experiencia personal muy significativa. Cuando terminé el liceo, una docente nos obsequió a todos los alumnos un pequeño pergamino con un mensaje de Alondra Mendizábal: “La sabiduría no se encuentra en los bazares universitarios, se encuentra en la vida y no necesita diploma”.
En aquel momento nunca imaginé que este mensaje me acompañaría a lo largo de todo el camino universitario y me sigue acompañando en el presente.
Me recuerda siempre, que el objetivo último de educarnos, no debe ser la obtención de un diploma. El objetivo primero y último de la adquisición de conocimientos, no debe ser la posesión personal de los mismos para beneficio propio. El verdadero valor de los conocimientos radica en ponerlos al servicio de los demás.
Es por eso que estoy profundamente convencida que lo que hemos aprendido cada uno en su área, debe ser utilizado para mejorar cada día la sociedad en la que vivimos, de otro modo, ¿qué importancia tienen los conocimientos si no contribuyen a vivir en un país mejor y más justo para todos?
El día de hoy, es un día muy especial para todos los graduados aquí presentes, pero no es especial por el reconocimiento que significa haber finalizado una etapa en nuestra educación, es especial porque hoy empieza un nuevo desafío: el compromiso de que todo lo que la universidad nos ha brindado, lo pongamos al servicio de nuestro país. Tenemos frente a nosotros el poder de elegir un país mejor.
Aprovechemos esa oportunidad.
Gracias.