Ceremonias de graduación
Ceremonias de graduación

Discurso de la Lic. Eleonor Wauquier

Palabras de la graduada de la Licenciatura en Comunicación durante la segunda ceremonia anual de graduación de diciembre de 2009.

Autoridades de la Universidad ORT, autoridades de Instituciones amigas que nos acompañan, docentes, colegas, familiares y amigos... muy buenas tardes.

Quiero agradecer, y no por un mero formalismo, a la Universidad por permitirme representar a mi generación, y por el honor y los nervios que estoy pasando en este momento. Porque éste es, claro, mi primer discurso… de graduación.

Los alumnos no sólo nos llevamos el título después de estos años en el apasionante mundo de la comunicación, sino también un aprendizaje sobre el pensar, el razonar y el tener una visión crítica acerca del acontecer. Y es un acontecer interesante en el que hoy estamos sumergidos, ya que en el caso de la carrera de periodismo nos encontramos propiamente en el cruce entre los periodistas de la vieja guardia, los que forjaron su oficio desde la dura calle, y nosotros, los académicos universitarios, que venimos con otra mirada, una mirada desde el hoy como comienzo.

Este cruce puede ser explosivo, pero también muy creativo, porque la Universidad nos ha dado las herramientas para entrar en el no menos apasionante mundo laboral. En la Facultad nos hemos permitido la práctica del ensayo y del error, en instancias donde la exigencia fue, a mi entender, el valor más importante que hemos aprendido.

Lo primero que hice al entrar a la Facultad de Comunicación y diseño fue no ver el escalón y caerme frente a todo el mundo, el primer día de clases, y esta anécdota, que es desgraciadamente cierta, resultó ser una metáfora de lo que me iba a ocurrir en los siguientes cuatro años en los que me ayudaron a levantarme y a subir las escaleras hacia el salón, hacia el conocimiento. Lo han hecho mis compañeros y mis profesores, ayudar al que se cae a seguir con la cabeza alta, enfrentando desafío tras desafío.

Y aquí viene el gran acto de prestidigitación: la apariencia de la carrera nos hizo creer que nos desafiaba, cuando en realidad lo que quería era que nosotros aprendiéramos a desafiarnos y cuestionarnos a nosotros mismos, para llegar siempre a más y mejor. Creo que lo logramos, y esa es una de las mayores virtudes de la carrera, aprendiendo a conjugar arte y técnica, a darle arte a la técnica y técnica al arte, porque no son contrarios sino complementarios, y lograr unirlos es lo que lleva a la realización personal y profesional.

Entré al periodismo en un momento de fuertes cambios no sólo en la industria sino también en el oficio, pero la facultad me preparó como profesional para encontrar soluciones a los problemas con los que la realidad nos desafía.

Un profesional es, creo yo, quien tiene la autonomía intelectual justamente para resolver problemas inéditos, y eso, que la vida probará si yo lo soy, es lo que veo hoy formar con gran satisfacción como ayudante de cátedra, ya un poquito del otro lado del pupitre.

Así hoy, como graduados, pasamos a otra etapa vital, reemplazando las aulas por oficinas, siempre ambientes de aprendizaje. Porque si me he quedado con ganas de algo en esta facultad, es de seguir absorbiendo conceptos e ideas como una esponja y a profundizar los conocimientos que nos han brindado en estos años de carrera.

Por todo eso quiero agradecerle a la universidad, a los docentes que nos acompañaron en esta aventura, al apoyo de la institución y a mis compañeros de generación que son ahora mis colegas y amigos. Pero quiero sobre todo decirle gracias a Andrés Alsina, que fue mi docente, mi tutor en la tesis pero también en la vida, y a mi familia, que desde el primer día en que pisé y resbalé en la facultad ha sido la que me soportó, me apoyó y alentó en toda esta travesía.

Y por último, y esta es la razón por la que estamos todos reunidos, quiero felicitar a todos los graduados y a los que nos llevaron hasta aquí.

Muchas gracias.