Ceremonias de graduación
Ceremonias de graduación

Discurso de la Lic. Denise Latarowski

Palabras de la graduada de la Licenciatura en Diseño Industrial durante la segunda ceremonia anual de graduación de noviembre de 2008.

Emociones diversas… sentimientos encontrados. Alegría y angustia, expectativa e inseguridad, orgullo e insignificancia.

Alegría de compartir este momento tan especial con todos ustedes quienes, si se encuentran hoy aquí, sin duda nos acompañaron durante todo el proceso hasta lograr el objetivo… Pero alegría que convive con la inevitable angustia que genera todo final, el desprenderse de hábitos, de rutinas, de certezas.

Expectativa que depositamos en todo lo que nos toca vivir, en las nuevas etapas y en todo lo que puede llegar a significar el día de hoy… pero inseguridad e incertidumbre por ese tan buscado futuro que de golpe se nos viene encima y que debemos saber enfrentar.

Orgullo de haber llegado hasta acá, de lograr lo que nos proponemos y, después de todo, lo que tanto nos merecemos…. Pero insignificancia frente a todos aquellos que hicieron tanto en este mundo y que nos desafían a superarlos.

… Y esto último es lo que representa para mí este título. El título me desafía, me cuestiona… me pone a prueba. Y yo siento que debo responder. Y yo quiero responder. Quiero responder con criterio y con responsabilidad, pero también quiero romper esquemas, quiero desafiar certezas y paradigmas.

El criterio y la responsabilidad son factores fundamentales para enfrentar este mundo que recibimos en nuestras manos. Es importante conocer todo lo que puede ofrecer el diseño al servicio de la comunidad. El diseño puede mejorar la calidad de vida, el confort y aumentar el disfrute. Pero también puede generar efectos totalmente contrarios. Es en todo esto donde radica nuestra responsabilidad y nuestra conciencia social. Es en todo esto donde podemos y debemos intervenir.

Como especie rara y poco conocida en nuestro país, los diseñadores industriales les pedimos que se nos acerquen y nos dejen acercarnos, que nos propongan y nos dejen proponer, que nos exijan y nos dejen exigir y que nos desafíen y nos dejen desafiar. Como disciplina creativa no podemos evitar la necesidad de romper esquemas. No podemos perdernos la oportunidad de proponer incoherencias y demostrar lo tan coherentes que pueden llegar a ser. Para eso llegamos a este momento, para eso nos formamos y confiamos en que seremos capaces de lograrlo.

Hoy siento que me veo en dos espejos que parecen ser totalmente opuestos. En uno me veo gigante, llena de orgullo, cargada de emoción y desbordada de alegría. Cuando me veo en él, es como si me pudiera llevar el mundo por delante, como si fuera capaz de conseguirlo todo y de crecer cada día más.

Pero en el otro espejo me veo chiquitita como una hormiga. Me veo insignificante frente a todo lo demás. Me veo rodeada de gigantes que supieron llevarse el mundo por delante y lograr maravillas.

Pienso un rato. Concluyo que no me quiero despojar de ninguno, que ambos me ayudan a desarrollarme y crecer. Los dos me recuerdan valores tan importantes sobre los cuales fui formada y no debo perder.

Uno me recuerda la humildad y el respeto con los que debo conocer a aquellos grandes hombres que hicieron historia, en los cuales debo basarme y tomar como referencia. Pero, sin dudas, el otro me propone lo grande que puedo llegar a ser, me invita a imaginarme todo lo que puedo alcanzar y todo aquello que puedo llegar a lograr. Y yo no me quiero defraudar y sé que no los voy a defraudar.

Muchas gracias.