Quiero agradecer a todos su presencia aquí, y transmitirles el honor que significa para mí el dirigirme a ustedes en nombre de esta generación de arquitectos.
A la hora de pensar en mi formación en la Universidad ORT, no puedo sino decir que tanto la experiencia curricular como humana ha sido muy enriquecedora. Me gustaría resaltar también, que las herramientas que nos ha dado la facultad son sumamente adecuadas a la hora de desenvolvernos en la vida profesional.
La facultad nos dio una buena preparación teórica y práctica en todas las áreas, lo que nos deja capacitados y seguros para poder enfrentar la práctica laboral; y preparados para aumentar y actualizar nuestro conocimiento en forma permanente. Una intensa carrera en un plazo relativamente corto, nos permitió recibirnos y salir al mercado laboral siendo jóvenes, habilitándonos de esta forma a la adquisición temprana de experiencia, y a encarar futuras especializaciones con una buena base de antemano.
Esta intensidad ha hecho que por momentos se hiciera "cuesta arriba" mantener el ritmo de la carrera, pero finalmente pudimos lograrlo, con mucho apoyo por parte de todos, y con gran satisfacción por parte nuestra.
Tuvimos una enseñanza muy dinámica, muy acorde con los tiempos y responsabilidades de hoy en día, que nos permite ahora responder ágilmente a los plazos y exigencias de la vida profesional.
Tuvimos también un gran equipo docente, con excelente capacitación y muy dispuesto a colaborar en nuestra formación como arquitectos, de una manera directa y accesible.
Sin embargo, la buena formación y las excelentes herramientas, si bien son la base; no son garantía de nuestro buen desempeño como arquitectos. A mi entender, también necesitamos pasión. Pasión por lo que hacemos.
A lo largo de toda la carrera me fui dando cuenta que las cosas que hacía con pasión, queriéndolas desde adentro; salían mejor que las realizadas "sólo por deber" o las que hacía siguiendo otras opiniones que no eran las mías (inclusive obtenía mejores calificaciones). Tal vez esto parece muy obvio al decirlo, pero creo que como profesionales tenemos que recordarlo siempre, y hacer el esfuerzo en la práctica de querer lo que hacemos y ponerle toda esa fuerza para que salga excelente.
Creo que la pasión es un buen motor para lograr el éxito en nuestra profesión. Uno de nuestros deberes como arquitectos es convertir en realidad ciertos sueños, por supuesto teniendo en cuenta el compromiso que ello significa para con toda nuestra sociedad y nuestra cultura. Pero, como sueños merecen esa pasión y entusiasmo, que los hacen únicos. Y con pasión me refiero a esa fuerza que proviene desde adentro y que tiene como fin transformar el espacio, no solamente para responder a las exigencias del mercado sino para lograr algo que conmueva.
Entonces, nuestro compromiso hoy es empezar esta nueva etapa alimentando y actualizando nuestros conocimientos, y enfrentar nuevos proyectos y nuevos desafíos, siempre con esta pasión.
Felicitaciones a todos y muchas gracias.