Ceremonias de graduación
Ceremonias de graduación

Discurso del Arq. Héctor Acosta

Palabras del graduado de Arquitectura durante la ceremonia anual de graduación de noviembre de 2006.

En primer lugar quisiera agradecer la oportunidad de dirigirme a ustedes en representación la generación 2006 de graduados de Facultad de Arquitectura. En esta breve intervención procuraré sintetizar el inestimable legado que ha dejado en nosotros el pasaje por la institución.

En sus orígenes, la universidad era una libre asociación de maestros y discípulos que compartían no solo el conocimiento académico, sino también una misma concepción del mundo, un mismo código de conducta e inclusive una misma espiritualidad. Si bien las universidades modernas ya no se plantean tales objetivos en sus programas, la vida universitaria continúa siendo una importante etapa en el la formación integral del ser.

La experiencia universitaria va más allá de la obtención del título que hoy se nos entrega, y que no es más que un signo del verdadero crecimiento que dicha experiencia ha despertado en nosotros. Aquí se nos ha permitido encontrar un lugar que nos es propio, y descubrir las herramientas para desarrollar nuestra verdadera vocación, la de hacer Arquitectura. Tolstoi afirmaba que "El secreto de la felicidad no está en hacer siempre lo que se quiere, sino en querer siempre lo que se hace" y vaya si hemos aprendido a lo largo de estos cinco años a querer a la Arquitectura, y por sobre todo a querer el conocimiento.

Hemos aprendido a crear y a construir, hemos aprendido un arte que da vida a los sueños e ilusiones de quienes a nosotros Arquitectos acuden, ¿Qué actividad podría ser más gratificante que esta? Antoine de Saint Exupery escribió "Una pila de piedras deja de ser una pila de piedras en el momento en que un solo hombre la contempla, concibiendo por dentro la imagen de una catedral".

La universidad nos ha enriquecido ampliando nuestra visión del mundo, muchos de nosotros tuvimos la oportunidad de viajar gracias a los vínculos que la ORT posee con otras universidades, y de este modo entrar en contacto con otras culturas, ver en persona las grandes obras de la arquitectura, conocer también otras visiones de la disciplina. En estos cinco años pasados, hemos dado también nuestros primeros pasos en la actividad laboral, siendo estas primeras prácticas una parte fundamental de la experiencia universitaria también.

Finalmente, la universidad nos ha permitido establecer vínculos personales, amistades, que estoy seguro perdurarán en el tiempo. Hemos encontrado, en nuestros compañeros de clase, ahora colegas, un grupo humano rico y diverso, que nos gratifica a todo momento, y que sin dudas también ha ayudado a la formación de nuestro carácter. La proximidad con el equipo docente, nos ha permitido salvar las barreras que dicha actividad impone, y en muchos casos éstos se han tornado excelentes consejeros e inclusive amigos fieles.

En consecuencia, la universidad ha sido para nosotros una etapa de gran enriquecimiento personal e intelectual, ha significado el transito entre aquellos adolescentes que ingresaban en el año 2000 a la institución y los hombres y mujeres profesionales que hoy la abandonan, aunque sea temporalmente.

Si bien el pasaje por la universidad nos ha otorgado tantas gratificaciones, a partir de este momento nos carga de responsabilidades que estamos deseosos de asumir, y que van mucho más allá de las estrictamente profesionales. La institución nos ha enseñado la importancia de encaminarse en un proceso constante de aprendizaje y por consiguiente nos sentimos comprometidos con el constante mejoramiento de nuestras aptitudes técnicas, garantizando el pronto retorno esta casa de estudios para realizar cursos de especialización. De hecho algunos de nosotros ya hemos comenzado ese proceso, solicitando el ingreso a cursos de especialización tanto en el Uruguay como en el exterior. Asumimos también la responsabilidad de traspasar la misma educación que hemos recibido, en el convencimiento de que el objeto más noble que puede ocupar el hombre es ilustrar a sus semejantes.

A mis compañeros, ahora colegas, permítanme felicitarlos sinceramente y desearles los mayores éxitos en su vida personal y profesional. Ojalá vivan con alegría y hagan participes de esta alegría a todos quienes estén a su lado. Ojalá sueñen siempre, pues el mundo está en las manos de quienes sueñan y corren tras sus sueños. Estaré esperando ansioso nuestro reencuentro.

A nuestros queridos docentes, les damos gracias por el conocimiento que nos han trasmitido, les damos gracias por sus consejos, por su tutelaje, por su amistad. Se han tornado verdaderos referentes para nosotros a lo largo de nuestra carrera y nos han inspirado constantemente en la búsqueda de mejoramiento constante de nuestras cualidades humanas e intelectuales.

Finalmente solo nos resta agradecerles a nuestras familias y amigos, ustedes son tan protagonistas como nosotros de esta ceremonia, agradecerles por su esfuerzo, por su sacrificio, por su tolerancia y por su contención.

Sinceramente, muchas gracias.