Ceremonias de graduación
Ceremonias de graduación

Discurso de la Lic. Vanina Haag

Palabras de la graduada de la Licenciatura en Comunicación durante la ceremonia anual de graduación de noviembre de 2006.

Cuando pisé por primera vez la facultad, pensaba en todo el camino que tenía por recorrer y me parecía eterno, sin embargo, hoy legó el día tan esperado; un día que me alegra y me enorgullece. Como sé que también enorgullece a mis padres; que si no fuera por el apoyo que me dieron, esto no hubiera sido posible; para ellos mi mayor agradecimiento. También se lo debo a la universidad que me dio la posibilidad de concursar y ganarme un lugar para poder formarme en esta carrera que elegí y que elijo vivir.

Ser profesionales de la comunicación, ser comunicadores publicitarios no es fácil; implica aceptar desafíos a cada instante, involucrarse seriamente con cada proyecto, interpretar y entender necesidades para poder brindar soluciones interesantes, someterse a críticas de manera permanente, estar alerta a cada avance y a cada cambio comportamental de la sociedad, porque finalmente somos profesionales con el compromiso de trabajar con y para la gente.

Cuando comenzamos a cursar los diferentes semestres, empezamos a sentir parte del rigor académico y el compromiso con las fechas, que siempre parecía una odisea, realmente ayuda a entrenarnos a trabajar bajo presión. La publicidad es un medio en el que se exige mucho. Todo se resume en una sola palabra: "urgencias" y durante la carrera se llega a adquirir un ritmo acelerado de trabajo y de respuesta que hace que el pasaje a la práctica de la comunicación, en parte, se suavice.

La publicidad no está encerrada en una burbuja; por eso necesitamos continuar formándonos día a día, estar dispuestos a seguir creciendo, a postgraduarnos, a avanzar A aprender que lo que hay que tener para crecer es solamente ganas de ser más ganas de ser mejor. La formación universitaria con la que estamos egresando no es la garantía para ser buenos comunicadores, buenos diseñadores, buenos publicistas, buenos periodistas ni buenos realizadores audiovisuales, pero sin dudas es el punto de partida. El resto depende de cada uno, del afán y de las ganas de superarse propias de cada ser.

Unos meses antes de empezar la facultad, me encontré con una amiga de la escuela que hacía años no veía y cuando le conté que iba a hacer la carrera de publicidad, me dijo: "debe ser buenísimo, porque la publicidad tiene un poquito de todo" y tenía razón. Quizá esa es una ventaja sobre profesionales de otras carreras, que a veces piensan que no tenemos un camino definido o que hacemos esta carrera porque no sabemos lo que nos gusta. Al contrario: sí sabemos lo que nos gusta y de eso se trata.

Hoy somos licenciados y tenemos que defender nuestra posición, teniendo confianza en que hacemos lo que sabemos hacer. Tenemos que ser cuidadosos en cuanto a que la gente recibe mensajes que surgen de nuestra visión y de nuestras. Somos responsables de nuestra incidencia en la sociedad; estamos ligados a la opinión pública y eso pesa. Ahora más que nunca tenemos que tener presente que tal como aprendimos en el primer año, estudiando una de las teorías de comunicación de importante escuela: "todo comunica" y depende de nosotros lo que vayamos a comunicar, manejando la ética, los valores, la moral, la reflexión. Hoy estamos en nuestra propia escuela: la de vivir la profesión y la vamos a tener que manifestar de la mejor manera aprovechándola.

Y por último quiero dejarle un mensaje a mis compañeros, hoy colegas: "Mira las estrellas, pero no olvides encender la lumbre en el hogar".