Ceremonias de graduación
Ceremonias de graduación

Discurso de la Arq. Cynthia Brosque

Palabras de la graduada de Arquitectura durante la tercera ceremonia anual de graduación de diciembre de 2016.

Buenas tardes, quiero agradecer a las autoridades de la Universidad ORT, profesores, a todos los padres, familiares y amigos que nos acompañan hoy.

Cuando me pidieron hablar en nombre de mi generación sobre la arquitectura y el rol del arquitecto, lo primero que pensé fue cómo cambió para mí ese concepto a lo largo de los años.

Desde muy chica estaba segura que quería ser arquitecta, aunque no sabía precisamente qué quería decir eso; supongo que me gustaba la idea de crear algo de la nada. Ya en el liceo, podía decir con total confianza que este era el camino que iba a seguir; pero aún en ese momento tenía una imagen incompleta; creía que la arquitectura se resumía a unas pocas materias como dibujo y matemática.

Una vez en la facultad entendí que la arquitectura era la confluencia de muchos aspectos que van desde lo más creativo e innovador hasta lo más técnico. Durante la carrera siempre nos dijeron que un arquitecto es un poco de todo, artista, sanitario, electricista, pero también emprendedor y administrador.

Aprendimos desde el primer semestre definiciones como la de Le Corbusier “arquitectura es el juego sabio, correcto y magnífico de los volúmenes bajo la luz” o la de Peter Zumthor que cree que los factores principales son la materialidad y la atmósfera para poder generar un espacio que condense emociones. Pasamos por el famoso “menos es más” de Mies y su contraposición en Venturi con su libro “complejidad y contradicción en la arquitectura”.

Comprendimos el valor de la arquitectura sustentable y la importancia de preservar el entorno y paisaje que rodea a una obra, para obtener el mayor rendimiento con el menor impacto ambiental.

Aprendimos del arquitecto chileno Alejandro Aravena a buscar la síntesis en la arquitectura, volviendo a poner a la profesión dentro del ámbito público y el debate social. Él plantea la arquitectura no como la suma de acero, ladrillos o madera, sino como “la vida misma”, generando un arte que debe servir para mejorar la vida humana.

Hoy en día, aún sin terminar de entender que es exactamente arquitectura, lo que tengo claro es que cada uno de nosotros puede tomar un camino distinto y único de acuerdo a su propia visión. Creo que arquitectura es dar una respuesta innovadora a problemas complejos; es más una forma de pensar que un objeto.

Espero que en el camino, todos encontremos nuestra propia definición de arquitectura y podamos llevarla a cabo. Probablemente haya días en que volvamos a cuestionarnos por qué hicimos esta carrera, que como la vida misma a veces parece llena de obstáculos; pero debemos recordar que nos abre las puertas a realizar cosas que nunca creímos posibles o nunca nadie antes imaginó. La arquitectura nos brinda un rol en la sociedad por la posibilidad de mejorar nuestro entorno mediante los espacios que construimos y una de sus mayores virtudes es permitirnos forjar una conexión con las generaciones futuras a través de lo que creamos hoy.

Por último me queda agradecer a la universidad por todo su apoyo y confianza, por programas que expanden nuestros límites como estudiantes, ya sea mediante un intercambio, pasantías laborales o la oportunidad de formar parte de una cátedra como ayudante. Muchas gracias, y felicitaciones nuevamente a todos los graduados.