Ceremonias de graduación
Ceremonias de graduación

Discurso del Ing. Julio Fernández

Palabras del vicerrector académico de la Universidad ORT Uruguay en la primera ceremonia anual de graduación de 2017.

https://www.youtube.com/watch?v=Et8Il59h7T0

Autoridades y académicos de nuestra universidad, representantes de instituciones amigas, queridas graduadas y graduados y sus familias, les damos nuestra más cordial bienvenida en este día especial.

Para las familias, sepan que ha sido una gran responsabilidad para nosotros formar a sus hijos y a sus nietos. Esperamos haber cumplido y estamos muy agradecidos de que hayan elegido a nuestra universidad para completar esta etapa de su formación. Esta ceremonia celebra el esfuerzo que han realizado los graduados para llegar a este momento, y el apoyo de sus familias.

Como ustedes saben, ORT Uruguay es una institución educativa miembro de ORT Mundial. Fue fundada en 1942 en Montevideo por miembros de la comunidad judía, para recibir y enseñar oficios a los inmigrantes que llegaban a nuestro país escapando de la guerra y de la persecución en condiciones muy difíciles, de manera de facilitar su integración en la economía y la vida ciudadana del país. Esta iniciativa extendía una tradición de enseñanza y ayuda social iniciada en San Petersburgo, Rusia en 1880.

Los primeros cursos de ORT se dictaron en 1943. Al poco tiempo de fundada, la institución abrió sus puertas a todos los interesados en aprender, fueran o no miembros de la comunidad judía. En la década de 1970, la evolución de la institución la llevó a concentrarse en la educación terciaria y luego universitaria. Hoy, a través de todos estos cambios, el objetivo de ORT sigue siendo el mismo que en 1942: que las personas puedan mejorar su vida por medio de lo que aprenden.

ORT es una institución de gestión privada, pero tenemos una misión pública: expandir las oportunidades mediante la educación y el conocimiento, tanto para nuestros alumnos como para nuestra sociedad. ORT fue responsable de varias iniciativas pioneras de impacto público, como el primer estudio sobre la industria del software en el Uruguay y sus exportaciones, los primeros cursos a distancia por medios electrónicos, la primera incubadora de empresas de base tecnológica junto con LATU, el fomento del emprendedorismo tecnológico, la formación en nuevas titulaciones y áreas del conocimiento o la mayor conexión internacional de nuestro sistema universitario.

Los graduados de hoy se insertan en esta tradición de impulso, innovación y trabajo sin pausa, que viene en buena medida de los inmigrantes fundadores. Ustedes forman parte ahora de la pequeña fracción de uruguayos que han alcanzado un título universitario. Tienen la capacidad de cambiar nuestra sociedad, a partir de su empuje, su formación y su capacidad de innovar. De su educación esperamos sobre todo que hayan aprendido a aprender. El ser humano nace programado para aprender; en la educación solo podemos orientar y refinar este impulso natural. La educación no consiste en llenar la mente de conocimientos, sino proporcionarle métodos y disciplinas para que pueda encauzar ese poder de aprender.

Quisiera reflexionar junto con ustedes sobre el mundo en que deberán actuar, un mundo en permanente cambio y por lo tanto con creciente incertidumbre. La incertidumbre siempre ha sido compañera de la humanidad; la falta de certezas no tiene que abrumarnos. Como decía el físico Richard Feynman, el progreso humano es inseparable de admitir la ignorancia y sufrir la incertidumbre, porque a menudo las certezas conducen a callejones sin salida. Jorge Drexler dice lo mismo de una forma más compacta: “el mundo está como está por causa de las certezas”.

La incertidumbre es la compañera del cambio, del progreso y también del liderazgo genuino, pero es incómoda. Desde siempre, se ha tratado de prever el futuro con oráculos, métodos mágicos, o métodos más científicos. Por ejemplo, hace 50 años, en 1967, se publicó un estudio sobre el futuro, “El año 2000”, de dos importantes cientistas sociales, Herman Kahn y Anthony Wiener. Este denso libro, que tuvo un impacto importante en su tiempo, exploraba y extrapolaba con rigor intelectual una serie de tendencias económicas, tecnológicas, sociales, culturales y políticas, construyendo escenarios posibles para el período 2000-2020 como un marco para la especulación.

Cuando miramos hoy estos escenarios, nos parecen irreconocibles. Ninguno de ellos consideró acontecimientos como la caída del régimen comunista en Rusia, el desarrollo acelerado de China, el terrorismo internacional de origen religioso, o la aceleración del cambio climático, porque seguramente parecían improbables hasta un punto descabellado. Es que prever el futuro es verdaderamente muy difícil

El pasado también nos da pistas sobre el cambio y la incertidumbre. Como escribió Markham, los años pasados están seguros y conquistados, mientras que el futuro aparece lejano y formidable. Quisiera repasar algunos acontecimientos que ocurrieron en la fecha tan especial de hoy, 25 de abril, que es también aniversario del nacimiento de Guglielmo Marconi, uno de los grandes pioneros tecnológicos del siglo XX.

En esta fecha, en 1859 se inició el trabajo de construcción del Canal de Suez, que revolucionaría el tráfico marítimo entre Occidente y Asia evitando tener que dar la vuelta al Africa en la navegación. En 1953, la revista Nature publicó un artículo de Watson y Crick que presentaba la estructura de doble hélice que habían determinado para el ADN, dando origen a la biología molecular. El 25 de abril de 1954 la compañía Bell demostró el primer panel fotovoltaico práctico, que tenía una eficiencia de conversión de energía del 6% (actualmente estamos entre 14 y 19%, y el límite teórico parece ser de 33% para este tipo de tecnología).

En esta fecha de 1960, el submarino nuclear Triton completaba la primera navegación completamente sumergida alrededor del globo, siguiendo la misma ruta de Magallanes y Elcano de 1519-1522. Una anécdota de este viaje bajo el mar: el submarino debió exponer su torreta a la superficie solamente una vez y eso fue muy cerca de Montevideo, para transferir a otro buque a un marino enfermo, que fue atendido en nuestra ciudad.

El 25 de abril del año siguiente, 1961, Robert Noyce (uno de los fundadores de Intel) patentaba los circuitos integrados de silicio, en su esencia la misma tecnología que hoy hace funcionar los computadores y móviles. En esta fecha de 1979 se ponía en vigor el tratado de paz entre Israel y Egipto, y exactamente 3 años después, en 1982, Israel completaba el retiro de sus tropas del Sinaí, según dicho tratado.

Podríamos haber seleccionado aniversarios de guerras o de tragedias, en vez de estos acontecimientos de paz y de progreso; pero creo que esta breve serie puede ilustrar hasta qué punto la humanidad mantiene un impulso continuo para mejorar, impulso que a la larga es más fuerte que la barbarie. Es cierto que el futuro tiene incertidumbres y que la historia nos ilustra sobre el peligro, la imprevisibilidad y el cambio, pero también nos señala que la dirección general de la humanidad, a pesar de todo, es de progreso.

Los graduados de hoy tiene una mediana de edad de 25 años. Nacieron 30 años después de la crisis de los misiles en Cuba. La dictadura militar uruguaya queda tan lejos de su tiempo vital como lo estaba la segunda guerra mundial para mi generación. Solo conocieron a la Unión Soviética, el muro de Berlín, el patrón oro, los trolleys de Montevideo o los controles para comprar moneda extranjera por los libros de historia. Para ellos los computadores personales, el correo electrónico, Google y la telefonía celular siempre existieron, lo mismo que las tarjetas de crédito o los cajeros automáticos.

Ustedes, los graduados, tienen por delante varias décadas de oportunidades, que son la otra cara de la incertidumbre. Hemos tratado de formarlos con capacidades y valores para el mundo en que se van a desempeñar. Esperamos que puedan reconocer lo que permanece estable, que es mucho, en el medio de los cambios. La capacidad de ustedes para aprender, su disciplina e iniciativa, el trabajo en equipo y el respeto por los demás nunca van a pasar de moda.

Una parte importante de su trabajo será construir este futuro que hoy vemos con incertidumbre. Aunque muchos de ustedes se gradúan en disciplinas que no existían cuando yo estudiaba, sepan que una parte de lo que aprendieron en estos años va a quedar obsoleto; estén dispuestos a reformular y complementar sus capacidades y su conocimiento. Estén siempre dispuestos a la innovación.

Nuestro país solo puede progresar genuinamente y alcanzar un mayor grado de desarrollo por medio de la creatividad y la innovación, acompañadas por el trabajo duro y organizado. En esa tarea, esperamos que ustedes sean actores fundamentales.

Se enfrentarán a un mundo distinto al que hemos vivido nosotros, más abierto y complejo, probablemente con menos límites y menos certezas. Aunque ya no tengan que hacer “obligatorios” ni preparar parciales y exámenes, van a tener que seguir aprendiendo. Enfrentarán nuevos problemas y dilemas; tendrán que buscar nuevas soluciones e identificar nuevas oportunidades. Trabajarán con personas de otras culturas, tendrán que dominar nuevas formas de comunicarse y de trabajar, y enfrentar otros desafíos que hoy no imaginamos.

Estoy seguro de que van a hacer todo esto muy bien. Hemos tratado de prepararlos lo mejor posible para este nuevo mundo. No solo con conocimientos (que son importantes) sino con el desarrollo de sus propias capacidades y valores: mantenerse actualizados, llegar al fondo de los problemas y ser rigurosos en sus enfoques, ser creativos al analizar y desarrollar alternativas, trabajar en equipo, mantener su mente abierta, ser emprendedores y cumplir con sus compromisos y responsabilidades. Creemos que esta formación, junto con su esfuerzo personal, les permitirá continuar su desarrollo profesional hasta alcanzar su potencial máximo. Si es así, habremos cumplido con nuestra misión.

En los años que tienen por delante, además de aumentar su conocimiento y usar su creatividad, perseveren y sean tenaces; no aflojen ante las dificultades, porque las personas, igual que los aviones, ascienden mejor cuando tienen el viento en contra. En la vida profesional, perfeccionen su capacidad de implementar, que es tan importante como las buenas ideas. Tengan argumentos para respaldar sus opiniones e información para respaldar sus argumentos, y exijan lo mismo a los demás. Rechacen la mediocridad y el pensamiento único, acrítico.

Recuerden que su valor como profesionales podrá venir de lo que sepan crear y de los problemas que puedan resolver, pero su valor como personas dependerá de cuánto puedan hacer ustedes por los demás. En su conducta, apunten siempre hacia arriba. En el medio del cambio o la incertidumbre, sean ustedes mismos un punto de estabilidad.

Sean leales con sus clientes, sus socios y sus empleadores, pero sobre todo sean leales a su conciencia. Sin ceder en sus valores ni en sus convicciones, actúen con franqueza y con humildad; ofrezcan siempre su mejor esfuerzo. Reconozcan el valor de las equivocaciones, las suyas y las ajenas. Respeten el esfuerzo y la dedicación, no solamente los resultados. Aprendan a recuperarse de los errores y fracasos, porque no existe aprendizaje sin algunos errores, y difícilmente haya grandes éxitos sin una serie previa de fracasos bien asimilados.

Escuchen más de lo que hablen, especialmente a quienes opinan distinto que ustedes, porque el progreso viene de estar atento a las discrepancias, no de confirmar las certezas. No dependan únicamente de pantallas, redes sociales, e-mails, sistemas de información o cifras de reportes. Presten atención a las personas, sus sentimientos , aspiraciones y acciones, y consideren su contexto cultural. Estén dispuestos a aprender de todos, también de aquellos que han tenido menos oportunidades o menos formación que ustedes, porque hay muchas más cosas que se pueden aprender que las que se pueden enseñar.

Sigan aprendiendo, entonces. Vayan con entusiasmo y dignidad hasta donde la vida los lleve, y no olviden que ORT siempre será la casa de ustedes.

¡Felicitaciones y muchas gracias!