Buenas tardes a todos.
Llegó el día de cerrar otra etapa en nuestras vidas para dar camino a nuevos viajes. En el momento de empezar a escribir este discurso me enfrenté a una gran hoja en blanco con dudas sobre que reflejar aquí. Enseguida miles de imágenes, ideas, aprendizajes y caminos que he tomado durante este viaje fueron escribiéndose a modo de apunte tal como lo hacemos a diario en los cuadernos de bocetos.
El gran enigma fue ¿Qué quiero comunicar? ¿Qué les diré? Y ¿De qué manera? ¿Cómo ordeno las mil ideas que fueron apareciendo?
Una de las primeras imágenes que se me aparecieron fue la de mi familia, quienes siempre apostaron a mi faceta artística y la importancia de manejar un segundo idioma: el inglés. Ese idioma que lo traigo desde mis primeras palabras y me ha abierto muchas puertas.
Luego se apareció toda la educación primaria y secundaria la cual, gracias al colegio, crecí en un lugar que me despertó la necesidad de salir a conocer al mundo. Allí, desde la primaria, tomé la enorme decisión de dedicarme al diseño y fotografía, y aquí estoy 15 años después.
A medida que seguían apareciéndose ideas e imágenes en el camino recorrido llegó uno de los más preciados: el momento en que ingresé a la ORT, buscando cumplir más de un sueño: practicar deporte, viajar y realizar la carrera con éxito. Al principio recorriendo con pasos dudosos que se fueron afianzando a lo largo del camino, donde se me cruzó un gran grupo de natación el cual me ayudó en el primer proceso de adaptación y crecimiento personal. En la primer etapa creí que mi desarrollo en el Diseño Gráfico iba más que nada como un soporte a mis dos grandes amores, la fotografía y la música. Sentía que mi recorrido iba a ser principalmente nutrido por estos factores, pero eso solo era un ideal. Luego empecé a conocer mejor el mundo digital que me brindó horas de investigación y aventuras.
Pero aún quedaba un largo camino por recorrer.
Al llegar a mitad del camino que fue la Licenciatura en Diseño Gráfico, otro sueño logró cumplirse: embarcarse hacia tierras desconocidas en un Intercambio a Quebec, Canadá. Una cultura totalmente diferente, donde en invierno lo único que uno ve es nieve, y enseguida te dan a conocer la importancia de su cultura y su gran calidez. En esta aventura decidí enfocar los estudios hacia el marketing. ¿Qué tiene que ver con el diseño? Mucho. A través de las herramientas adquiridas allí logré entender procesos requeridos para la creación de campañas, obtener un mejor estudio de mercado, entre otros.
A su vez, fue una aventura única donde se abrió mi mundo cultural, artístico y personal. Poder vivir el diseño desde adentro de otras culturas, observar como crean, diseñan y piensan es una aventura única e inolvidable para los inquietos.
Luego de 5 años y muchos caminos recorridos, llegamos al final de este gran viaje culminando con la carpeta final de carrera. En la misma cada uno reflejó su camino recorrido: sus intereses, su aprendizaje y su especialidad dentro del diseño o la comunicación. En el último trecho cabe destacar la importancia de un gran grupo de amigos para poder cerrar este viaje con todas las herramientas necesarias.
Hoy, este viaje se termina pero aún quedan muchos por realizarse. Cada vez que terminamos un viaje es inevitable pensar en otro, no dejemos de viajar en búsqueda de nuevos sueños y aventuras.