Ceremonias de graduación
Ceremonias de graduación

Discurso del Lic. Diego Borges

Palabras del graduado de la Licenciatura en Diseño de Interiores durante la primera ceremonia anual de graduación de abril de 2017.

https://www.youtube.com/watch?v=ZGwSuOmYHaw

Generalmente debería empezar mencionando a todos y cada uno de los presentes; autoridades, familiares, etc. Pero ustedes saben quienes son, por lo que solo voy a decir, bienvenidos. Yo creía saber lo que era estar nervioso, hasta que me subí a este escenario. Estoy casi tan nervioso como la vez que recibí el resultado de la materia más difícil de la carrera, en mi último año de formación. Reprobar no era una opción, eso significaría abonar nuevamente el curso, y en casa tengo dos hermanos que también merecen la misma oportunidad de estudiar que yo. Necesitaba 70 puntos como mínimo, aprobé con 70 puntos clavados.

Había empezado aquel semestre sabiendo que iba a ser particularmente desafiante. Desde mis primeros tiempos en facultad, los estudiantes avanzados me advertían que “lo peor estaba por venir”. Ustedes dirán, cómo sabía identificar a un estudiante avanzado? Bueno, si a un estudiante que recién empieza lo mirás a los ojos, tiene un brillo especial. Si mirás un estudiante avanzado a los ojos, tiene ojeras.

Yo trabajaba en mi laptop, que había sabido servirme bien años atrás, pero ya no estaba apta para mis nuevas exigencias. Por eso, iba todos los días a trabajar a la sala de computación de la facultad. Estaba desde que la ORT abría sus puertas, hasta entrada la noche cuando me invitaban a retirarme para volver al otro día. Eventualmente las horas que la universidad se mantenía abierta no me eran suficientes y comencé a vivir un estilo de vida nómade, yendo a cualquier lugar que me ofreciera una computadora.

Trabajé en máquinas de todas las marcas y sistemas operativos. Hasta que una amiga no solo me prestó una de sus computadoras, si no que me alojó en su casa junto con otros amigos para afrontar el último tramo del semestre juntos. Incluso llegué a “festejar” mi cumpleaños con ellos, festejar en sentido figurado porque estábamos muy ocupados para celebrar. El día de la entrega yo estaba solo, mis amigos me esperaron todo lo que pudieron y se habían ido a entregar sus trabajos.

Cuando quiero acordar, faltaban 5 minutos para la hora límite, tomé mi trabajo bajo el brazo y corrí desde la casa de mi amiga hasta la facultad. Para qué!?. Las 4 cuadras más largas de mi vida. No daba pasos, daba zancadas. Iba de manga corta porque en lo de mi amiga hay losa radiante, pero ni bien salí a la calle me acordé que era pleno Julio. Luego de que me atravieso en el camino de un auto al cruzar la calle frente a la universidad, logro entregar justo a tiempo el trabajo. De regreso en lo de mi amiga, cuando tomábamos una copita para festejar que todo había terminado, recibo una llamada de mis padres. Mi madre, con voz emocionada me anuncia, “Diego, por tu cumpleaños, te acabamos de comprar una computadora nueva!”

Solo después de haber vivido todo eso, debo decir que no pude haberlo hecho, sin estar cien por ciento seguro de que nací para hacer diseño. No me faltaron ocasiones para renunciar, situaciones en que dejarlo todo e intentar de nuevo el año siguiente parecía ser la opción más tentadora. Sin embargo, la determinación fue mayor. Para mí, la vocación es aquello por lo cual se está dispuesto a aceptar cualquier sacrificio, porque está en su ejercicio, la verdadera realización.

Los invito, no solo a los graduados sino a todos en la sala, que cuando todo esto termine, salgan en búsqueda de aquello, por lo que se atravesarían frente a un auto.

Felicitaciones a los graduados y muchas gracias.