En la vida hay momentos que se sienten como encrucijadas. Puntos culminantes que en los que es necesario tomar una decisión cuyas consecuencias se verán en el futuro.
Elegir una carrera universitaria es, por lo general, una de las primeras decisiones que los jóvenes adultos toman en el recorrido de su vida profesional, personal y académica.
¿Por qué elegimos determinada carrera y no otra? ¿Qué nos motiva a optar por ciertos caminos y descartar otros? Estas preguntas están profundamente conectadas con el autoconocimiento.
¿Todavía no sabés qué estudiar?
Conocé todas las carreras de ORT
¿Qué es el autoconocimiento?
El autoconocimiento es un camino de constante crecimiento, no una carrera ni un punto de llegada. Durante el correr de la vida, las personas viven nuevas experiencias, conocen nuevas perspectivas, y enfrentan desafíos, que permiten aprender nuevos aspectos sobre sí mismos.
Implica identificar emociones, pensamientos, fortalezas, debilidades, motivaciones, valores y patrones de comportamiento.
El autoconocimiento es la capacidad de una persona para observarse, entenderse y reconocerse a sí misma.
Cuando nos enfocamos en el aspecto universitario, esta habilidad se vuelve especialmente importante. Elegir una carrera, un proyecto, un grupo de estudio o incluso un estilo de vida, son decisiones que requieren un mínimo grado de autoconocimiento.
Conocerse a uno mismo no es sencillo, especialmente cuando seguimos en una etapa de crecimiento. ¿Qué me gusta? ¿En qué soy bueno? ¿Qué me moviliza? Preguntas como estas son claves para orientar nuestras decisiones de manera coherente.
Conocerse para elegir
Una de las formas más poderosas de ejercitar el autoconocimiento es a través de las elecciones. Cada vez que tomamos una decisión, inevitablemente estamos descartando un posible camino paralelo.
Esa renuncia obliga a priorizar, a jerarquizar lo que consideramos importante. En ese proceso, se revelan los intereses, los miedos y las aspiraciones.
Por ejemplo, un estudiante que decide cambiar de carrera puede descubrir que valora más la creatividad que la vida corporativa, o que necesita un entorno más práctico que teórico. Esa elección puede abrir la puerta a una comprensión más profunda de sus propias necesidades.
Elegir también implica ser responsables de nuestro propio futuro. Salir de la secundaria donde no hay demasiado lugar para tomar elecciones, y entrar a la universidad donde el futuro depende de nosotros mismos, puede ser intimidante.
Sin embargo, cuanto más se conoce una persona, más seguridad siente al elegir, porque confía en su capacidad para adaptarse y aprender del proceso.
- ¿Tenés dudas sobre cuál carrera puede ser la correcta para vos? Conocé Cómo elegir mi carrera
Decisiones reveladoras
Cada decisión tomada es un espejo que refleja la identidad. Al detenerse a observar las elecciones, se obtiene información valiosa sobre las prioridades internas y podemos conocernos mejor.
Valores
Los valores son la serie de reglas que definen la manera de actuar en sociedad. Cuando alguien elige una carrera universitaria vinculada al cuidado o la salud, está expresando un valor asociado al compromiso con el avance de la salud o la empatía.
Detenerse a pensar en por qué elegimos lo que elegimos puede ayudar a identificar qué valores guían la toma de decisiones.
Conocer estos valores no solo ayuda a tomar decisiones más coherentes, sino también a fortalecer la identidad personal.
Intereses
Muchas veces, lo que a alguien le gusta, de lo que debería gustar, puede ser confuso. Por eso, es crucial entender que cosas generan entusiasmo real.
Este tipo de autoconocimiento puede ser útil cuando aparece la duda sobre lo que estudiar. Para quien está atravesando un momento de incertidumbre, los intereses genuinos pueden brindar una brújula interna más fiable que cualquier consejo externo.
Límites
Conocerse a uno mismo también significa reconocer los propios límites.
Saber hasta dónde se puede llegar, qué ritmo es el mejor para cada uno, qué espacios resultan abrumadores o desgastantes, es una forma de autoconocimiento muy importante para tomar decisiones sostenibles.
Tomar una elección a base de los límites de cada uno no tiene por qué sentirse como una renuncia, sino una manera de enfocar las capacidades y fortalezas en donde mejor serán aprovechadas.
Este tipo de decisiones también son profundamente reveladoras de quiénes somos.
El valor en equivocarse
Uno de los grandes miedos a la hora de tomar decisiones importantes es el miedo a equivocarse. Pero incluso cuando una elección no tiene el resultado esperado, el proceso puede enseñar mucho sobre nosotros mismos.
Por ejemplo, elegir una carrera y luego descubrir que no está a la altura de las expectativas, es una experiencia que trae sus propios aprendizajes. En otras palabras: incluso una “mala” decisión puede alimentar el autoconocimiento.
Además, aprender a lidiar con el error o el cambio de rumbo fortalece la flexibilidad y la autonomía, dos competencias esenciales tanto para la vida académica como para el desarrollo personal.
El autoconocimiento para la universidad
Durante la etapa universitaria, los estudiantes enfrentan decisiones que no solo afectan su futuro profesional, sino también su crecimiento personal.
Elegir qué carrera seguir, qué materias inscribirse, en qué proyectos participar o si hacer un semestre en el exterior, son los clásicos escenarios a los que un estudiante se enfrenta, y donde cada decisión trae consigo una nueva oportunidad de autoconocimiento.
- Elección de carrera o especialización: Saber qué le interesa a uno de verdad, cuáles son sus habilidades y qué tipo de entorno de trabajo le gustaría trabajar día a día en el futuro requiere un trabajo profundo de autoexploración.
- Organización del tiempo y prioridades: Una persona puede necesitar más estructura o más flexibilidad, preferir estudiar solo o en grupo. Conocerse permite crear un método de estudio y vida universitaria adaptado a cada persona.
- Gestión del estrés y el bienestar emocional: Reconocer cómo se reacciona frente a la presión académica, qué actividades ayudan a recargar energía o cuándo pedir ayuda son señales de un buen nivel de autoconocimiento emocional.
- Participación en actividades extracurriculares: Saber qué tipo de espacios nutren, desafían o entusiasman puede ayudar a elegir experiencias que enriquezcan el paso por la universidad.
Conocerse a uno mismo lleva a tomar decisiones con mayor seguridad. Esto no significa que nunca nos equivoquemos, sino que tenemos mayor capacidad de reflexión, ajuste y aprendizaje ante cada experiencia.
¿Todavía no sabés qué estudiar?
Conocé todas las carreras de ORT
Cómo desarrollar el autoconocimiento
Estamos haciendo un proceso de autoconocimiento cada vez que vivimos nuevas experiencias vividas, pero también puede cultivarse de manera consciente con diferentes estrategias.
La escritura reflexiva
Escribir en un diario o simplemente anotar pensamientos luego de una decisión importante puede dar ese espacio en la semana para entender los sentimientos y motivaciones detrás de cada elección.
Preguntas como: ¿Por qué elegí esto?, o ¿qué aprendí de esta experiencia?, pueden dar mucha claridad.
Solicitar retroalimentación
A veces las personas que nos rodean son capaces de ofrecer perspectivas que no vemos sobre nosotros mismos. Escuchar cómo otros perciben nuestras fortalezas o desafíos y nos dan feedback, puede abrir puertas a aspectos de nuestra personalidad que no habíamos considerado hasta el momento.
Escuchar opiniones externas también puede llevar a la frustración porque no siempre van a ser de nuestro agrado. Sin embargo, es en estos momentos en que se tiene la oportunidad de crecer, sea aprendiendo algo nuevo sobre uno mismo, o reforzando una idea establecida.
La práctica del mindfulness
El mindfulness es una práctica que permite observar pensamientos y emociones sin juzgarlos, lo cual favorece la autoobservación y la comprensión de patrones internos. Se lo conoce también como conciencia plena.
Mediante diferentes estrategias ajustadas a cada individuo, esta práctica ayuda a estar más presente y consciente al momento de tomar decisiones.
Psicoterapia o acompañamiento vocacional
Contar con un espacio de diálogo profesional puede ser muy útil para quienes desean profundizar en su autoconocimiento.
Un proceso de orientación vocacional, por ejemplo, no solo ayuda a elegir una carrera, sino también a responder preguntas sobre nosotros mismos, tales como: ¿quiénes somos?, ¿qué estamos buscando?, ¿cuál es nuestro objetivo?
Error y adaptación
En la vida es imposible evitar todas las equivocaciones. Siempre va a haber una decisión que se debería haber preferido sobre otra, o un factor externo que cambia las circunstancias.
Sin embargo, el autoconocimiento ayuda a transformar estos errores en oportunidades de crecimiento. Cuando una elección no da los resultados esperados, la pregunta clave: ¿Qué aprendí sobre mí a través de esto?
Esta mirada convierte los errores en parte del camino, no en obstáculos definitivos.
Cada decisión que tomamos nos da pistas sobre quiénes somos, qué nos importa y qué necesitamos para sentirnos realizados.
El autoconocimiento, entonces, no es solo un requisito previo para elegir bien, sino también una consecuencia directa de haber elegido.
En este sentido, la universidad es la oportunidad perfecta para explorar múltiples opciones, cambios de rumbo posibles, espacios para la experimentación y adaptarse a nuevas circunstancias. Aprovechar este entorno para conocerse mejor es una inversión que va más allá de los estudios formales.
- Te recomendamos: Lego, liderazgo y autoconocimiento: la propuesta de Iceberg
Entender qué es el autoconocimiento y cómo se construye permite tomar decisiones más alineadas con los valores e intereses de cada uno, y ayuda a atravesar con mayor seguridad los momentos de incertidumbre.
El autoconocimiento no es un destino fijo, sino un viaje que se crea con cada experiencia vivida, desafío atravesado, y elección tomada.
En el contexto universitario, esta habilidad es clave. Elegir una carrera o un área de especialización no es, sino diseñar un proyecto de vida coherente con la personalidad y los objetivos de cada uno.
Las decisiones tomadas hoy, grandes o pequeñas, son oportunidades para cada uno mirarse, comprenderse y crecer.
¿Todavía no sabés qué estudiar?
Conocé todas las carreras de ORT