En esta nota comparten sus aprendizajes, impresiones y cómo esta experiencia impactó sus caminos profesionales.
Una oportunidad que llegó por todos lados
Los tres ingenieros conocieron el programa Puentes a través de distintos canales: redes sociales, medios de comunicación y contactos personales. La iniciativa, impulsada por Antigravity Capital, les proponía una inmersión en el ecosistema de startups de San Francisco, y para postularse debían grabar un video presentando un proyecto propio.
Fernando presentó un asistente para redactar blogs con inteligencia artificial. Franco optó por hablar de su propia startup, Metria, dedicada a automatizar procesos de back-office. En tanto, Marcel mostró su tesis, una plataforma de administración de edificios.
Una semana en la meca de la innovación
Durante una intensa semana en San Francisco, compartieron casa con otros participantes y asistieron a encuentros diarios con referentes del sector. Entre ellos, Guillermo Rauch, fundador argentino de Vercel, fue uno de los que más los inspiró, así como Nicolás Loeff, especialista en inteligencia artificial.
Además de escuchar historias y consejos, todos tuvieron entrevistas laborales con empresas del área. Aunque recibieron propuestas, decidieron regresar a Uruguay con la motivación de aplicar lo aprendido desde aquí.
Lo que pasa en Silicon Valley se contagia
Franco destacó la cultura colaborativa y el acceso a contactos que, en pocos días, los conectaron con líderes, inversores y otros fundadores. Fernando remarcó la intensidad del entorno: "Allá se trabaja con pasión. Se vive para la startup". Marcel, por su parte, subrayó la velocidad de ejecución y el compromiso de la gente: "Allá un sábado al mediodía ves cafés llenos de personas programando".
Los tres coincidieron en el contraste entre el ecosistema latinoamericano y el de Silicon Valley. Según cuentan los estudiantes, en San Francisco la tolerancia al fracaso es mayor, el acceso al financiamiento es más ágil y las ideas, aunque ambiciosas, encuentran apoyo rápidamente.
Volver con otra mentalidad
Aunque Fernando no tenía una startup propia, volvió convencido de que emprender podía ser una posibilidad real. Franco reforzó su decisión de apostar fuerte por Metria. En tanto, Marcel, aún estudiante, sintió una confirmación vocacional: "Estar allá me hizo reafirmar que este es mi camino".
“Volvimos distintos”, dijeron. Con nuevas ideas, más claridad sobre su futuro y una red de contactos que sigue activa, la experiencia en Puentes no fue solo un viaje: fue un punto de inflexión.
Un mensaje para quienes sueñan con esta oportunidad
Los tres coincidieron en que no se trata solo de suerte. Hay que construir el camino: pensar en voz alta, mostrar lo que hacés, compartirlo. Así es como aparecen las oportunidades También destacaron la importancia de animarse: "Aunque sea riesgoso, si surge una oportunidad como esta, hay que agarrarla sin dudar", concluyó Marcel.
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