El concurso invitaba a estudiantes de diversos países a presentar, en un video de máximo dos minutos, una solución biotecnológica a un problema ambiental de impacto real.
Participaron estudiantes de Europa, Asia, África y América, con dos premiaciones diferenciadas: una para instituciones europeas y otra para instituciones de fuera del continente.
Bárbara obtuvo el segundo puesto en la categoría Fuera de Europa que premia propuestas provenientes de países como Sudáfrica, India, México, Brasil y Uruguay.
El problema: biofouling en cascos de barcos
Uruguay es un país costero con intensa actividad marítima: el puerto de Montevideo recibe más de 3.000 barcos de carga al año, además de más de 200 barcos de cruce, transportando miles de turistas y, sin que casi lo notemos, especies invasoras que viajan adheridas a los cascos.
El fenómeno comienza cuando los microorganismos forman un biofilm bacteriano, que luego permite que se adhieran algas, moluscos y otros organismos marinos.
Con el tiempo, esto genera capas gruesas que:
- Desaceleran los barcos, aumentando el uso de combustible.
- Incrementan las emisiones de CO₂.
- Favorecen la dispersión global de especies invasoras.
- Aumentan la corrosión de las embarcaciones.
Las soluciones actuales dependen de pinturas antifouling tóxicas, algunas con compuestos como el tributilestaño, prohibido por la Organización Marítima Internacional, que aún pueden aparecer en ciertos productos.
Otras pinturas liberan microplásticos, que terminan ingeridos por organismos marinos y entran en la cadena alimentaria.
La solución: polifenoles del fruto nativo arazá
La propuesta de Bárbara se basa en aprovechar el alto contenido de polifenoles del arazá, un fruto nativo uruguayo con propiedades antibiofilm sostenidas por literatura científica.
Su enfoque combina:
- Extracción de polifenoles del arazá.
- Encapsulación en biopolímeros, permitiendo una liberación controlada.
- Efecto antifouling prolongado y ecoamigable, sin recurrir a sustancias tóxicas.
Los polifenoles presentan mecanismos biológicos capaces de bloquear el biofilm:
- Antiadhesión microbiana.
- Inhibición de quorum sensing (comunicación celular).
- Disminución en la producción de sustancias poliméricas extracelulares (EPS).
- Mecanismos de desmantelamiento del biofilm.
Este enfoque apunta a proteger embarcaciones y, al mismo tiempo, reducir combustible, emisiones y riesgo ecológico, integrando ciencia y sostenibilidad.
Una idea que nació durante su tesis
La inspiración surgió mientras Bárbara realizaba su tesis en el Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable (IIBCE), en el Laboratorio de Biofilms Microbianos del departamento de Microbiología, donde investiga las interacciones y dinámica de estos sistemas. Allí buscó unir su línea de trabajo con un desafío ambiental real:
“Quería quedarme en un laboratorio de biofilms, pero con un proyecto que tuviera impacto medioambiental. Cuando descubrí que el arazá tenía alta concentración de polifenoles, todo encajó”.
También exploró otras frutas nativas, como el guayabo del país, con propiedades antibiofilm documentadas.
El proceso creativo: ciencia, edición y puerto de Montevideo
El concurso exigía un video claro y visual. Para filmarlo, Bárbara recorrió el puerto de Montevideo junto a una amiga, Emilia Foderé, estudiante de comunicación:
“Tenía que mostrar la actividad marítima y por qué este problema importa en Uruguay. Me llevó tiempo grabarlo y más todavía editarlo, pero quedé orgullosa del resultado”.
La pieza incorpora imágenes locales, datos de tráfico marítimo y una banda sonora original compuesta por Juan Luis Villar, inspirada en una estética “bien uruguaya”.
https://youtu.be/esVJKv7CXD4
Formación en ORT: creatividad y rigor científico
La estudiante destaca que su paso por la Facultad de Ingeniería fue fundamental:
“En la carrera aprendés a ver cómo algo vivo, una bacteria, una planta, un hongo, puede tener propiedades aplicables a problemas reales. Eso te abre la cabeza”.
Además, subraya la importancia del rigor bibliográfico y el uso de papers, práctica que aplicó al diseñar la solución.
Biotecnología para transformar realidades
Sobre el potencial de la disciplina, Bárbara reflexiona:
Hay una infinidad de posibilidades. Cada organismo puede aportar algo. La biotecnología es amplia: podés trabajar desde biorremediación hasta cosmética o bioinformática. Eso es lo que más me gusta.
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