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Design thinking: desafíos reales e innovación

09/10/2015
Presentación de Enrique Topolansky en la 12.ª Latin America Conference for Deans and Directors de la Association of MBAs.
Design thinking: desafíos reales e innovación

Design thinking es un método comprobado para innovar”, dijo el Lic. Enrique Topolansky, MBA, durante su intervención en la 12.ª Latin America Conference for Deans and Directors de la Association of MBAs (AMBA), que tuvo lugar el 1 de octubre de 2015 en el marco de los 25 años del MBA de la Facultad de Administración y Ciencias Sociales.

Topolansky, fundador y coordinador del. Centro de Innovación y Emprendimientos – CIE de la Universidad ORT Uruguay, disertó sobre design thinking y su implementación en el MBA de la universidad.

Aprender sobre design thinking

Para Topolansky, las condiciones actuales del mercado demandan emprendedores calificados. “Las reglas están cambiando, la economía colaborativa está emergiendo”, dijo y citó como ejemplos los casos de Airbnb, Uber, Facebook y Alibabá, empresas líderes que no tienen ni producen bienes propios.

Sostuvo que es necesario trabajar para generar profesionales con las habilidades necesarias para liderar en un mundo cambiante. “Para eso usamos design thinking, que es una buena herramienta para llevar a la práctica esas habilidades”.

El pensamiento creativo, la empatía, la tolerancia a cometer errores y el encuadre de problemas son algunas de las competencias que pueden fortalecerse con este método. “Proponemos desafíos para desarrollarlas”, dijo. Estos desafíos están vinculados a temáticas sociales y de negocios, “pero siempre son abiertos y abstractos”.

Contó además que la universidad implementa esta metodología en el MBA desde hace dos años y que los resultados son notables. Los alumnos del master analizan en profundidad la situación, comprenden mejor las necesidades existentes y presentan planes de negocio cuyas soluciones “se adaptan mejor al mercado”.

Transformación y resultados

Los resultados son producto de un proceso que inicia en el aula y lleva a los alumnos a tener nuevas experiencias, tanto dentro como fuera de ella. Para Topolansky es importante trasladar la teoría a la práctica.

“Es realmente asombroso ver los rostros de los estudiantes cuando les presentamos los desafíos. Usar desafíos reales los motiva a salir de su zona de confort”, explicó y agregó que “el uso reiterado de la metodología y de las herramientas que tiene, como los mapas de empatía, los ayuda a romper paradigmas y tener nuevas visiones”.

Topolansky explicó que la metodología de design thinking es muy amigable, puede aprenderse rápidamente y es una manera comprobada de innovar. Sin embargo, afirmó que no alcanza únicamente con aplicarla para alcanzar el éxito; para ello es preciso hacerlo en un entorno adecuado y con la actitud correcta.

Ecosistema y espíritu emprendedor

“Desarrollar el espíritu emprendedor no es algo fácil”, dijo Topolansky. “No es fácil cambiar a los profesores y a los estudiantes. ¿Cómo desarrollar las habilidades que necesitan y el mindset para ser un emprendedor?”, se preguntó.

“Lo primero es desarrollar un fuerte ecosistema” basado en la relación “entre la universidad y la empresa, la sociedad y los inversores. Este es nuestro secreto”, reveló.

Al ecosistema es necesario sumarle la actitud propia de un emprendedor, que puede ser generada mediante el método y los incentivos adecuados. Explicó que la inserción de asignaturas como Actitud Emprendedora en los cursos es parte de “un acercamiento experimental al design thinking” que permite a los estudiantes tener nuevas visiones y potenciar sus habilidades.

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