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Aprender con otros: diferencias entre aprendizaje colaborativo y cooperativo

En este artículo exploraremos las similitudes y diferencias entre el aprendizaje colaborativo y cooperativo, las ventajas y desafíos de cada enfoque, y conoceremos ejemplos prácticos de sus aplicaciones en salones de clase. 

Aprendizaje colaborativo y cooperativo

En un mundo cada vez más interconectado y cambiante, los procesos educativos han evolucionado para responder a nuevas necesidades. 

En este contexto, el aprendizaje colaborativo y el aprendizaje cooperativo, surgen como dos estrategias con un objetivo en común: aprender con otros. Ambas buscan fomentar el trabajo en equipo, la comunicación y la resolución de problemas. 

Sin embargo, a pesar de que puedan parecer sinónimos, tienen sus diferencias.  

Aprender con los demás  

Aprender en grupo no es, de por sí, una idea novedosa. Desde la antigüedad, el conocimiento siempre se ha transmitido en comunidad, en círculos de discusión filosófica, talleres artesanales o equipos de investigación.  

Lo nuevo hoy en día, es que se cuenta con marcos pedagógicos estructurados con estrategias y técnicas de estudio, que orientan e incentivan este aprendizaje compartido. 

Absorber y repetir datos ya no es suficiente para desenvolverse en el mundo académico o profesional actual.

Saber trabajar con otros es crucial para encontrar soluciones creativas a los desafíos del presente, y adaptarse a nuevos entornos y perspectivas. 

Para cualquier proyecto en conjunto en la universidad, como para trabajar con clientes o compañeros de trabajo, la empatía, la comunicación y el poder asumir responsabilidades compartidas son habilidades que pueden determinar el éxito de un equipo. 

Tanto el aprendizaje colaborativo como el cooperativo responden a esta necesidad de adquirir conocimiento de manera conjunta.

¿Qué es el aprendizaje colaborativo? 

El aprendizaje colaborativo es una estrategia pedagógica en la que los estudiantes trabajan juntos de manera flexible para desarrollar conocimiento compartido.  

Lejos de simplemente dividir tareas al azar, este enfoque implica la participación activa en un proceso colectivo donde todos pueden aportar ideas, discutir, negociar y llegar a conclusiones en común. 

Aprendizaje colaborativo y cooperativo

Según el artículo Collaborative Learning in Higher Education: Evoking Positive Interdependence, publicado en la revista CBE—Life Sciences Education, el aprendizaje colaborativo produce mejores resultados cuando las tareas son desafiantes, y cuando los estudiantes tienen autonomía dentro del grupo. 

Sin un líder designado o roles fijos, el equipo tiene la capacidad de organizarse de la manera que considere mejor, adaptándose a las necesidades del proyecto o del problema que se esté resolviendo. 

A través del diálogo, la confrontación de ideas y la negociación, los participantes aprenden de una manera más significativa que si lo hicieran por su cuenta. 

Características del aprendizaje colaborativo 

  • Interacción constante: El conocimiento no se recibe de forma unilateral, sino que parte de un intercambio donde se cuestionan opiniones, y se explican y reformulan conceptos de manera continua. 
  • Autonomía compartida: No hay un líder ni roles jerárquicos estrictos. Por el contrario, las responsabilidades se asumen de forma espontánea y pueden cambiar a medida que el proyecto avanza según las necesidades. 
  • Conocimiento conjunto: La meta no es solo cumplir una tarea, sino aprender de una manera que beneficie a todos. 
  • Enfoque en el diálogo: En proyectos colaborativos se valora la discusión crítica, la escucha activa y el respeto por las diferentes perspectivas. 

Ejemplos de aprendizaje colaborativo incluyen debates académicos donde los estudiantes reciben un tema para analizar, y a partir del intercambio de ideas y diferentes visiones, construyen juntos una postura colectiva. 

Aprendizaje colaborativo y cooperativo

Los proyectos grupales, tanto artísticos como científicos, también son opciones populares para desarrollar la habilidad de colaboración para todo rango de edades.

¿Qué es el aprendizaje cooperativo? 

El aprendizaje cooperativo es una metodología educativa en la que los estudiantes trabajan en grupo de manera organizada y estructurada para alcanzar un objetivo común.  

Según el artículo El aprendizaje cooperativo y el rendimiento académico, publicado en Ciencia Latina, el aprendizaje cooperativo no solo mejora el rendimiento académico, sino que también incrementa la motivación y reduce la ansiedad en los estudiantes. 

A diferencia del aprendizaje colaborativo, cada integrante tiene roles claramente definidos y una responsabilidad específica dentro del equipo. 

Para garantizar el éxito del aprendizaje cooperativo, depende de que cada miembro cumpla con su tarea. Esto permite el desarrollo de la responsabilidad individual, pero también el compromiso colectivo, ya que si una persona no aporta lo necesario, el resultado general se verá afectado. 

Tanto en la escuela como en la universidad, este enfoque es muy utilizado, porque permite que los docentes guíen el proceso y evalúen tanto el esfuerzo individual como el grupal. 

Características del aprendizaje cooperativo 

  • Estructura definida: Los grupos funcionan con roles asignados y fijos, donde cada uno sabe las tareas que debe realizar.  
  • Responsabilidad individual y grupal: Cada estudiante debe cumplir con su parte, pero también asegurarse de que sus compañeros no se queden atrás. 
  • Objetivo común claro: El grupo trabaja para alcanzar una meta concreta previamente establecida. 
  • Evaluación compartida: Al final, se considera y evalúa con el mismo peso tanto el aporte de cada individuo, como el resultado final colectivo. 

Ejemplos de aprendizaje cooperativo incluyen dinámicas similares a un rompecabezas, donde cada estudiante investiga un tema específico y luego lo expone a sus compañeros, de manera que entre todos construyen la visión completa. 

Aprendizaje colaborativo y cooperativo

Fuera del ámbito académico, los foros en línea o espacios virtuales también brindan instancias de aprendizaje cooperativo, en ocasiones con personas de todo el mundo y variados trasfondos.

Aprendizaje colaborativo vs. aprendizaje cooperativo 

Aunque el aprendizaje colaborativo y el aprendizaje cooperativo comparten la idea de que el conocimiento se alcanza en grupo, sus enfoques y estructuras pedagógicas no son iguales. 

Identificar las fortalezas y debilidades de estas metodologías permite a profesores y equipos de trabajo seleccionar la estrategia más adecuada según sus objetivos. 

Este enfoque facilita que cada integrante contribuya desde sus intereses y conocimientos personales, lo que enriquece y hace más interesantes las discusiones.

En espacios educativos, el aprendizaje colaborativo suele ser más efectivo en cursos avanzados o en proyectos que requieren creatividad, pensamiento crítico y autonomía.  

Por ejemplo, en materias universitarias donde los estudiantes investigan un tema complejo y deben debatir diferentes perspectivas.

El aprendizaje cooperativo, en cambio, es útil en etapas formativas iniciales o en contextos donde se busca garantizar la participación equitativa de todos.  

Con roles definidos y una estructura más clara, cada integrante es capaz de ser responsable por su aporte individual, y al mismo tiempo se siente respaldado por el grupo, logrando una mayor motivación.  

aprendizaje colaborativo y cooperativo

Esto lo convierte en una estrategia adecuada para el trabajo en escuelas, en programas de capacitación corporativa o en proyectos comunitarios que requieren coordinación para cumplir objetivos específicos. 

En el artículo Cooperative Learning and Literacy: A Meta-Analytic Review, publicado en la Journal of Research on Educational Effectiveness, se revisaron más de 30 años de investigaciones con estudiantes en Estados Unidos.  

En los estudios analizados, los grupos que utilizaron métodos cooperativos o colaborativos mostraron puntuaciones más altas en comprensión lectora, vocabulario y lectura, en comparación con grupos que siguieron métodos tradicionales. 

¿Cuál método elegir? 

Mientras que el aprendizaje colaborativo destaca por su autonomía y flexibilidad, el aprendizaje cooperativo tiene como base una estructura organizada.  

Entonces, ¿cuál es el método ideal? 

En muchos casos, una combinación de ambos enfoques puede ser el camino más enriquecedor.  

Por ejemplo, se puede iniciar un proyecto con una fase inicial colaborativa para generar ideas y debatir perspectivas, y luego introducir un enfoque cooperativo para distribuir responsabilidades, y así garantizar que el proyecto se complete de manera eficiente. 

Si se busca desarrollar la creatividad, la reflexión crítica y la capacidad de negociación, puede que el aprendizaje colaborativo resulte una estrategia más adecuada. La colaboración en proyectos permite a los integrantes decidir cómo llevar a cabo una tarea compleja y aportar desde sus propios conocimientos. 

Por otro lado, si el objetivo es asegurar que todos los miembros cumplan con sus responsabilidades y se avance de manera coordinada hacia un resultado concreto, el aprendizaje cooperativo es la opción más efectiva.  

Aprendizaje colaborativo y cooperativo

Su estructura con roles definidos y metas claras hace que la organización del grupo y la división de tareas sean más fáciles. Además, permite que los estudiantes con menor experiencia puedan contribuir con ideas o aportes significativos. 

La clave está en adaptar la metodología al grupo, al tipo de tarea y al nivel de autonomía de los participantes. 

Tips para implementar estas metodologías 

  1. Definir objetivos claros: Antes de comenzar cualquier actividad, es importante que los participantes conozcan qué se espera lograr. 
  2. Permitir un equilibrio: En proyectos colaborativos, se debe permitir cierta autonomía, pero al mismo tiempo, asignar roles para asegurar que todos participen en menor o mayor medida. 
  3. Fomentar la comunicación: Reuniones periódicas, foros de discusión y feedback continuo ayudan a mantener la coordinación. 
  4. Proceso y resultado: Reconocer el esfuerzo individual y el desempeño del grupo permite identificar fortalezas y áreas de mejora. 

Al implementar estas prácticas se mejora la calidad del aprendizaje, al mismo tiempo que se prepara a los estudiantes para desempeñarse en entornos laborales complejos, donde trabajar con otros es un requerimiento cada vez más común. 

Comenzar a utilizar cualquiera de estas metodologías involucra un cambio positivo en la forma de entender la educación.  

Si bien el estudio individual puede dar buenos resultados, aprender con otros nos impulsa a desarrollarnos de otras formas.

Esto brinda la oportunidad de ser más críticos, creativos y solidarios.

Además, nos prepara para enfrentar los desafíos de un mundo que continuamente demanda conectarnos con otros. 

Así, tanto el aprendizaje colaborativo como el aprendizaje cooperativo se vuelven no solo técnicas pedagógicas, sino herramientas esenciales para formar personas capaces de aprender en todo contexto, trabajar en equipo y transformar la sociedad. 

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