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Cómo estudiar para un examen sin morir en el intento

En este artículo desarrollaremos estrategias prácticas y consejos, detallando la importancia de una planificación sólida y constancia para que la preparación de evaluaciones no se convierta en una pesadilla.  

Como estudiar para un examen

Ponerse nervioso antes de un examen es una experiencia universal. Sin importar la organización previa, cantidad de horas de estudio, e incluso el nivel de dificultad, los nervios pueden jugar en contra para todos. 

Muchos estudiantes buscan en internet frases como “cómo estudiar para un examen en poco tiempo” o “técnicas de estudio rápidas”, pero la realidad es que no hay una fórmula mágica. 

Sin embargo, sí existen técnicas y hábitos para retener mejor la información y presentarse a un examen con mayor seguridad y confianza. 

Planificar con tiempo 

Empezar a estudiar cerca de la fecha del examen es tentador, pero tiende a generar más ansiedad y menos tiempo para asimilar la información. Es un error típico entre estudiantes de cualquier edad. 

Para estudiar de manera eficiente para un examen, y no caer en el estrés de la procrastinación, el primer paso es la planificación

  • Dividir las temáticas en bloques: En lugar de intentar memorizar el contenido de un libro en una noche, es mejor distribuir las temáticas por días. Esto hace que el aprendizaje sea más progresivo y fácil de manejar. 
  • Establecer un calendario de estudio: Es recomendable respetar un horario fijo para crear disciplina y entrenar la mente a concentrarse en períodos de tiempo específicos. Se pueden establecer franjas horarias para repasar cada temática.
  • Incluir pausas estratégicas: Descansar también es parte del proceso de aprender. Es muy difícil estudiar de golpe, sin pausa, y aprobar una prueba con preparación insuficiente. Diferentes técnicas de estudio ayudan a balancear el estudio y el descanso de una manera eficiente. 
  • Identificar las materias más difíciles: Dedicar más tiempo a los temas que resultan complicados, en lugar de gastar energía en lo que ya se dominan, ayuda a mantenerse enfocado en lo importante, y administrar el tiempo de forma correcta. 

Planificar no significa llenar una agenda de tareas imposibles, sino diseñar un esquema realista de estudio acorde a las fechas inminentes y objetivos personales. 

Como estudiar para un examen

Este esquema puede ser diferente para cada estudiante, pero una recomendación es comenzar con al menos una o dos semanas de anticipación antes de la fecha del examen, dependiendo del nivel de dificultad y de la cantidad de temas a repasar. 

Mantenerse motivado 

Diseñar un plan concreto y utilizar técnicas de estudio efectivas ayuda a reducir la ansiedad ante un examen, pero mantenerse motivado es igualmente importante. 

Con un propósito claro y motivación interna, es posible avanzar con más constancia y menos desgaste. 

Según la Teoría de la Autodeterminación, no todas las motivaciones son iguales. Existen dos grandes categorías: 

  • Motivación autónoma: surge del interior, por interés personal, satisfacción, o porque se identifica el valor de la tarea. 
  • Motivación controlada: proviene de presiones externas, como evitar sanciones o buscar aprobación.

Teoría de la autodeterminación 

Un estudio titulado “Teoría de la Autodeterminación. Una perspectiva teórica para el estudio del trabajo social”, publicado en la revista Realidades, explica que la Teoría de la Autodeterminación es una forma de entender la motivación humana. Según este enfoque, el entorno social puede influir negativa o positivamente en el desarrollo personal, la motivación y el bienestar. 

Esto implica que al estudiar conviene centrarse en lo que genere interés, curiosidad o alineación con las metas personales. Esto permite que el proceso de aprendizaje se convierta en una experiencia más efectiva y llevadera. 

Como estudiar para un examen

También se sugiere trabajar en ambientes saludables, que hagan sentir a uno competente y satisfecho. Por ejemplo: estudiar en grupo, recibir feedback positivo, tener cierta libertad en los materiales elegidos. 

Por eso, al preparar un examen, lo ideal es combinar organización y métodos prácticos con una motivación interna sólida.

Mejorar la concentración al estudiar 

La distracción es uno de los grandes enemigos a la hora de estudiar para un examen. El uso del celular, las redes sociales, o solamente la tentación de estar haciendo otra actividad más divertida, reducen la capacidad de concentración. 

La buena noticia es que la concentración se puede entrenar y fortalecer con hábitos sencillos. 

  • Crear un ambiente libre de distracciones: El lugar de estudio influye en la capacidad de mantener la atención. Buscar un espacio iluminado, ventilado y con el mínimo de ruidos posibles puede ayudar mucho a la hora de terminar cualquier tarea que nos propongamos. 
  • Aplicar la regla de los 5 segundos: Cuando aparezca la tentación de usar el celular o abrir otra pestaña en la computadora, una buena manera de evitarlo es contar hasta cinco y volver al material de estudio. Este pequeño freno ayuda a romper el impulso automático de la distracción. 
  • Usar música instrumental o ruido blanco: Para muchas personas, escuchar música sin letra, sonidos de la naturaleza o ruido blanco favorecen la concentración. La clave es evitar canciones con voz, que tienden a competir con lo que se está leyendo. 
  • Establecer metas concretas: En lugar de “estudiar biología”, es mejor definir objetivos claros como “repasar el sistema digestivo y resolver 10 preguntas de práctica”. Dividir el estudio en logros pequeños y alcanzables mantiene la motivación y evita la frustración. 

Hacer pausas necesarias 

Estudiar de corrido durante horas puede parecer productivo, pero en realidad disminuye la atención.

Según el estudio “Mentally Demanding Work and Strain: Effects of Study Duration on Fatigue, Vigor, and Distress in Undergraduate Medical Students”, publicado en la revista Healthcare, estudiar durante más de 4 horas sin descanso puede aumentar la fatiga y el estrés, lo que podría afectar negativamente la concentración y el rendimiento académico. 

El cerebro se cansa y deja de retener información, lo que puede aumentar el pánico cerca de la fecha de exámenes. 

Técnicas como el método Pomodoro (25 minutos de estudio y 5 de descanso) o pausas más largas cada dos horas ayudan a recuperar energía. Aprovechar esos descansos para levantarse, estirar o beber agua consisten en pequeñas acciones que recargan la mente. 

Manejar la ansiedad 

El estrés antes de un examen es algo natural. El problema surge cuando los nervios se vuelven abrumadores y bloquean la capacidad de concentración o memoria. La clave está en aprender a controlarlo y canalizarlo de forma positiva. 

Practicar con simulacros de exámenes y bajo límites de tiempo prepara tanto la mente como el cuerpo para la presión real. Tener un vistazo de lo que sería la experiencia real, ayuda a familiarizar a uno con el ritmo del examen y a conocer a qué nos vamos a enfrentar. 

Como estudiar para un examen

La autoconfianza es una herramienta que no debe ser pasada por alto. Imaginar que se entra al examen con seguridad, que se lee las preguntas con claridad y se responde correctamente, es una buena manera de ponerse en el lugar mental indicado. 

Este tipo de visualización reduce la sensación de amenaza y aumenta la seguridad, lo que permite enfrentar la prueba con mayor tranquilidad. 

Consejos para el día del examen 

Después de semanas o incluso meses de preparación, llega el día del examen. Aquí es donde todo lo estudiado y practicado se pone a prueba.  

El día del examen depende no solamente de la cantidad de estudio, sino de cómo se maneja el tiempo, tu energía y tu calma.  

Aunque los nervios son normales, seguir algunos consejos simples puede marcar la diferencia entre un buen rendimiento y quedarse en blanco. 

Consejos prácticos para el día del examen:

  • Dormir bien la noche anterior: Por más prácticas y constancias, nada sustituye un buen descanso. Dormir 7 u 8 horas antes del examen ayuda a consolidar la memoria, mejorar la concentración y evitar sentirse cansado en el día importante.  
  • Desayunar de manera ligera y nutritiva: Es mejor optar por alimentos que proporcionen energía durante varias horas, como frutas, yogur o frutos secos. Evitar comidas muy pesadas, grasosas o azucaradas que puedan causar somnolencia o malestar estomacal. 
  • Llegar con tiempo suficiente: Parece evidente, pero llegar tarde o justo en hora no hará más que contribuir al estrés, y e incluso potencialmente poner en riesgo dar el examen. Aprovechar esos minutos previos para respirar profundo, organizar los materiales y centrar la atención es crucial para que los nervios no ganen la batalla. 
  • Leer atentamente las instrucciones: Puede parecer obvio, pero muchos errores ocurren por no leer bien o saltearse preguntas. Siempre es recomendable tomarse unos minutos para entender las consignas antes de responder. 
  • Organizar el tiempo: Distribuir los minutos disponibles según la cantidad de preguntas y dejar unos minutos finales para revisar las respuestas. Mantener un ritmo constante evita quedarse atascado en preguntas difíciles y perder tiempo valioso. 
  • Revisar bien antes de entregar: Los minutos al final antes de entregar el examen son los últimos momentos que tenemos para repasar las respuestas, verificar que no haya errores evidentes y confirmar que se completaron todas las secciones del examen. 

Aplicar estos consejos simples permite aprovechar al máximo los conocimientos adquiridos, reducir los nervios y rendir de manera efectiva, asegurando que la preparación se refleje en los resultados. 

Estudiar para un examen no tiene por qué ser la experiencia estresante que nos imaginamos. Con planificación, técnicas adecuadas, buenos hábitos y una actitud positiva, rendir al máximo sin sacrificar el bienestar es un objetivo alcanzable. 

Aprobar una prueba no depende únicamente de la suerte, sino del esfuerzo constante y la preparación previa. Cada sesión de estudio es una inversión en uno mismo y en su futuro. 

Como estudiar para un examen

La próxima vez que surja la pregunta: “¿Cómo estudiar para un examen sin morir en el intento?”, lo recomendable es aplicar estas estrategias, y confiar en en uno mismo para afrontar el reto con seguridad.

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