Ceremonias de graduación
Ceremonias de graduación

Discurso de la Lic. Mayte de León

Palabras de la graduada de la Licenciatura en Comunicación durante la segunda ceremonia anual de graduación de noviembre de 2013.

Buenas tardes. Mi nombre es Mayte De León y soy periodista. Desde hace dos años trabajo en un diario. El primero de enero pasado me tocó trabajar. Imaginen mi alegría. Casi cualquier lugar parecía mejor que esa redacción. Pero ahí estábamos, con un grupo de compañeros, intentando sobrellevar la situación. En un momento sonó uno de los teléfonos y uno de los periodistas atendió. Estuvo unos minutos con el tubo contra la oreja. Cuando cortó, entre divertido y sorprendido, nos contó que había llamado un señor, astrónomo él, para señalarnos que el día anterior habíamos cometido una equivocación al publicar la fase lunar. Se había publicado que estaba en cuarto creciente y en realidad estaba en cuarto menguante, o al revés.

Si bien en ese momento nos pareció bastante gracioso que alguien llamara a un diario un primero de enero para hacer llegar esta queja, la historia quedó dando vueltas en mi cabeza. Una equivocación acerca de en qué fase está la luna ese día es en periodismo algo de peso, porque la veracidad de lo que publicamos es la única razón por la que seremos respetados como profesionales. Claro, no para todo el mundo es importante la información de las fases de la luna. Pero aquí viene otra reflexión.

Me parece que esta anécdota muestra de manera ilustrativa la importancia que tiene la comunicación, y sobre todo que con nuestro trabajo llegamos a un público absolutamente heterogéneo en sus intereses pero cada uno debe tener el mismo trato riguroso en la información que recibe..

Cuando se está en un medio de comunicación se atienden una multiplicidad de intereses, que no necesariamente son iguales y ni siquiera parecidos a los de quienes allí trabajamos. Esto nos lleva a que debamos encarar esos temas como si fueran los más apasionantes, para sobreponernos al hecho de que, a primera vista, no despiertan demasiado interés en nosotros.

Esto va de la mano con el ejercicio responsable de nuestra profesión. No quiero decir que los periodistas tenemos que ser infalibles, seres humanos a prueba de errores. Sí que tenemos que tomar todos los recaudos necesarios para tratar de no cometerlos. Y, en caso de que la equivocación igual se cuele, admitirla.

Todos estos elementos hacen que trabajar en comunicación –y creo que esto es común a las demás áreas de mi facultad- sea un desafío diario. Puede sonar a obviedad, pero no deja de ser real. El trabajo que hacemos es de una visibilidad muy alta, y eso hace que la responsabilidad sea una característica intrínseca a él y que estemos todo el tiempo sometidos a examen.

Quería destacar también otro común denominador que atraviesa a todas las carreras de la Facultad de Comunicación y Diseño. Buena parte de lo que hacemos es tras bambalinas. Hay un gran componente de esfuerzo invisible, que da como fruto el producto final, que nunca llega a salir a la luz pero es lo que hace la diferencia entre un producto periodístico de calidad y uno que no lo es.

La comunicación es un campo fascinante, extenso, y también desafiante. Está en nosotros, quienes nos graduamos hoy, ejercer nuestro rol en ella de la mejor manera. Está en nosotros ir subiendo cada día los estándares de calidad. En nuestra profesión al final lo que queda es nuestra reputación. De la seriedad y pasión de nuestro trabajo dependerá ella.

Gracias y buenas tardes.