Cuando a las personas se les consulta por aquellos aspectos que más sentido aportan a sus vidas: familia, salud y trabajo suelen ser las respuestas más recurrentes.
Y, en buena medida, aunque especialmente en el último caso, todos están relacionados con la decisión que tomamos al preguntarnos qué carrera elegir.
Un test de orientación vocacional y el diálogo con referentes ayudan, pero no es suficiente. Estamos hablando de tu futuro.
Así que a continuación te brindamos 5 consejos sobre cómo elegir una carrera universitaria y también una carrera corta.
1. Autoevaluate e intentá conocerte mejor
Cuando llega el momento en el que hay que decidir qué carrera elegir, parece que la calma se nos escapa de las manos.
Es completamente natural.
Salvo esas pocas excepciones en las que algunas mentes prodigiosas aseguran saber lo que quieren hacer con sus vidas desde que aprendieron a caminar, lo más razonable es que no lo sepas.
Y no solo eso, sino que también sientas que te cuesta descubrir cómo elegir la carrera correcta. La presión social es alta, la oferta es muy amplia y aunque nuestros núcleos familiares tienen las mejores intenciones, con su cariño y sus incisivas preguntas, nos terminan enredando todavía más.
Tranquilidad. Sobre todas las cosas, calma y tranquilidad.
Más allá del test para saber qué carrera elegir que estuviste buscando en Google, gastados cliché y todo lo demás, la única persona que realmente podrá descifrarlo sos vos. Pero solo desde la calma y la tranquilidad que te brindará entender que, única e irrepetible, cada persona maneja sus tiempos a su manera.
Evaluate e intentá conocerte mejor. Por ejemplo, tomando nota de tus intereses, gustos y habilidades. Pensá en lo que más te gusta hacer y lo que te motiva menos, en aquellas tareas que más disfrutás llevar adelante y en las que necesitás dar mayores esfuerzos.
Conocerte es el primer paso para descubrir cómo elegir la carrera correcta.
5 preguntas para descubrir tu vocación
Parte de evaluarte y conocerte mejor también es hacerte algunas preguntas.
Podés aplicar la misma metodología: tomar lápiz y papel —intentalo, es mejor que el smartphone y tiene menos distracciones— y, con total sinceridad, contestar preguntas como estas:
1. ¿Cuáles son mis objetivos?
¿Ser independiente, ayudar a alguien, lograr estabilidad financiera, prosperidad, abundancia?
2. ¿Cuáles son mis habilidades humanas?
¿La comunicación, el liderazgo, la capacidad de resolver conflictos, la escucha, la empatía?
3. ¿Cuáles son mis habilidades técnicas?
¿Soy bueno en matemáticas, dibujo, arte, deportes, investigación?
4. ¿Cómo definiría mi personalidad?
¿Soy una persona extrovertida, sociable, a la que le gusta el trabajo en equipo o soy una persona introvertida, que prefiere ser la única responsable de su trabajo y que funciona mejor en entornos más controlados?
5. ¿Cuáles son las cosas a las que más tiempo le dedico y más disfruto?
¿Enseñar, investigar, leer y escribir, crear, construir, hacer deporte, relacionarme con otras personas?
Contestando estas preguntas no solo vas a tener mucho más claro quién sos en este momento de tu vida y qué cosas te están moviendo, sino que también vas a estar un poquito más cerca de descubrir cómo elegir la carrera correcta para vos.
2. Identificá tus prioridades y lo que buscarías en un trabajo
Saber qué va a ofrecer tu profesión, para la que vas a prepararte durante toda la carrera, también es muy importante.
En tal sentido, hipotetizar aún más allá de tu formación y visualizarte ya en tu futuro trabajo, te permitirá descifrar aquellos factores tangibles que más vas a valorar en él.
Estas variables pueden incluir, por ejemplo, cuánto control te gustaría tener sobre tu tiempo, el clima de trabajo o si vas a poder trabajar mientras viajás. En otros términos, el tipo de cosas con las que no vas a tener flexibilidad en tu trabajo.
Una vez más, formulate preguntas como:
- ¿Quiero trabajar en una oficina, en mi hogar o viajando?
- ¿Cuántas horas de dedicación diaria quiero emplear?
- ¿Cuánto tiempo libre necesito?
- ¿Qué tipo de tareas podría y no podría realizar?
Con toda esta información y con la que obtuviste en el punto anterior, ya estás en condiciones de aproximar algunas conclusiones sobre quién sos, cuáles son tus objetivos y qué lugar cumplirá tu profesión en tu camino a lograrlos.
3. Investigá y armá una lista con tus mejores opciones
El paso siguiente será investigar: buscar información, leer y conversar con tus personas de confianza para conocer experiencias de primera mano.
Así descubrirás que si bien están las licenciaturas tradicionales, que son las más conocidas, también hay una gran oferta de carreras universitarias nuevas y de gran variedad, así como carreras cortas y técnicas.
Conociendo esas posibilidades y utilizando las conclusiones que alcanzaste en los puntos anteriores, podés armar un listado de tus mejores opciones. Es decir, aquellas que mejor se ajustan a tu personalidad, habilidades, objetivos y prioridades.
Para confeccionar esta lista, hay dos cosas que te pueden resultar muy útiles:
Reunir tus opciones para confrontarlas con tus habilidades y preferencias
Conociendo tus habilidades y preferencias laborales, podés analizar tus opciones y determinar cuáles son las que mejor se ajustan.
Por ejemplo, si te gusta la jardinería y el paisajismo, te preocupa la ecología y el tiempo se te pasa volando cuando estás entre las plantas, tiene mucho sentido que incluyas una carrera corta como la de Técnico en Paisajismo en tu lista, ¿verdad?
En tanto, si lo tuyo siempre fueron los números, te gustan las matemáticas y te interesan las finanzas, perfectamente podrías incluir la Licenciatura en Economía.
Quizá lo que más te mueve es crear y contar historias, protagonizarlas en videojuegos y dibujar, en cuyo caso, la Licenciatura en Animación y Videojuegos puede estar en tu lista.
O tal vez te interesan más las ciencias y siempre te imaginaste experimentando y trabajando en el laboratorio. Si este es el caso, podés anotar la Licenciatura en Biotecnología entre tus mejores opciones.
Fácil comprenderlo, ¿no es así?
Dialogar con tus vínculos y personas de confianza
Podés contactar a personas de confianza que actualmente estén desempeñándose en algunos de los sectores en los que podrías llegar a formarte y conocer sus testimonios.
Es un momento por el que cada profesional ha pasado, así que van a entenderte. Podés contarles que estás investigando, pero que aún no logras elegir una carrera profesional.
Conocer cómo es el día a día, cuáles son los salarios del sector y qué perspectivas y oportunidades ofrece será información muy útil al confeccionar tu lista.
4. Experimentá y profundizá la vivencia
Sin duda alguna, nada despeja mejor las dudas que la experiencia. Entonces, ¿qué tal participar de un taller para preuniversitarios?
Junto con las entrevistas a profesionales en los rubros que más te atraen de tu lista, las charlas informativas y los testimonios de actuales estudiantes, la vivencia será mucho más esclarecedora que cualquier test de orientación vocacional.
5. Contactate con especialistas de la universidad y sacate todas las dudas
Puede que aunque hayas llevado a cabo todas estas recomendaciones sobre cómo elegir una carrera profesional, aún no hayas logrado tomar una decisión.
No hay ningún problema.
Uno de los primeros puntos que referimos fue justamente esto, que cada persona maneja su tiempo a su manera y que no hay por qué sucumbir a la presión.
En este sentido, es sumamente útil contactar a especialistas de la propia universidad para recibir asesoría, plantear toda la situación y contar con respaldo profesional.