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Documentales, cine y ficción: el consumo en la industria audiovisual

10/11/2020
¿Es cierto que con el auge de las fake news los jóvenes se inclinan por contenidos audiovisuales más realistas que de ficción? Si bien no se puede negar el éxito taquillero de películas de ciencia ficción, también es real que Netflix hay cada vez más oferta de documentales. Sobre este tema opina Gerardo Castelli, coordinador académico de la Licenciatura en Comunicación orientación Audiovisual de ORT.
Rodaje de documental

En tiempos de exceso de información, desinformación, saturación de fake news y, por consiguiente, un consumidor de medios escéptico y descreído, aparecen cambios y transformaciones en el consumo del material audiovisual.

En entrevista para el programa radial Fácil desviarse de Del Sol, en julio de 2020, el director y guionista argentino de cine, teatro y televisión, Néstor Montalbano, habló sobre cómo la era de internet y la globalización cibernética han generado una “mezcla de culturas” que hace difícil “sostener las raíces propias” y, por la cual, al espectador ya no le sorprende nada y solo que busca el realismo.

“Por eso la gente está mirando mucho documental, sobre todos los chicos, porque van al realismo de la cosa. Hay un lugar en el que no creen. No creen en el cine, no creen en mucha cosa”, explicó en aquel entonces el director.

En relación a estos dichos, el coordinador académico de la Licenciatura en Comunicación orientación Audiovisual de la Universidad ORT Uruguay, Gerardo Castelli, opina que es real que hay una mayor cantidad de gente viendo documentales, jóvenes principalmente. “Es más discutible si eso se debe al decrecimiento en el cine. Los documentales son cine, así que iría más por el lado de si creen en la ficción o no”, dice.

La gente está mirando mucho documental, sobre todo los chicos, porque van al realismo de la cosa.

Néstor Montalbano

El documental como reflejo de lo real

Cámara grabando

Según Castelli, la ficción plantea hechos verosímiles no necesariamente realistas, y, además, hay una cierta tendencia a construir películas híper reales y muy alejadas de nuestra realidad. “Puede que haya más gente mirando documentales y buscando una especie de espejo de su propia vida, situación, problemas, lo cual no es posible encontrar en una película de ciencia ficción”, indica Castelli.

Más allá de eso, remarca el coordinador, no se puede desacreditar al cine de ficción, porque sigue habiendo películas de ciencia ficción taquilleras en la actualidad, tales como Los Vengadores, Rápidos y furiosos, Avatar, entre otros. A estos largometrajes, por más que estén muy alejados de lo verosímil, el público (también joven, en muchos casos) termina dándole la validez que deriva en esas taquillas millonarias, explica el coordinador académico.

Castelli, quien también es docente de la materia Documental Social, confiesa que no ha encontrado un indicio que le diga que los jóvenes tengan un mayor interés en el documental realista por sobre la ficción. Sin embargo, sí indica que últimamente los estudiantes se están volcando más por contenidos web, de redes sociales y también por las series, mientras que ha caído el gusto por los contenidos televisivos. En tanto, aquellos que tienen una noción previa optan más por “lo tradicional, lo pintoresco, lo que cuenta una historia”.

Los documentales en Netflix

Netflix“La posibilidad de ver documentales era mucho más dosificada en el pasado. Puede ser que haya una necesidad, por esta sobresaturación de ficciones, de ir al documental como un ancla de la realidad. Para encontrar historias con las que nos sintamos representados. Es un tipo de contenido alternativo que Netflix le comenzó a proponer con más regularidad a sus clientes”, dice Castelli. Asimismo, agregó que no es que las nuevas generaciones no crean en el cine, sí que hay una sobresaturación de un tipo de cine y hay una necesidad de vincularse con la realidad, aunque no necesariamente “el documental refleja la realidad absoluta”.

Consultado por el rol de la plataforma de distribución de contenidos audiovisuales en línea que es líder a nivel global, Netflix, Castelli apunta que, discusión aparte de si para bien o para mal, es un agente que condiciona mucho lo que miran las personas. “Netflix tiene un público muy amplio y ese algoritmo muchas veces lleva a las personas a mirar cosas que en otro contexto no las mirarían. Las tendencias y sugerencias —reales o manipuladas para llevar al espectador a lo que la industria le convenga—, juegan ese papel”, señala. Por otra parte, agrega que a partir de Netflix hay un acceso al contenido mucho más directo y rápido, un producto ofrecido que ha transformado la forma de consumo del material audiovisual y todos sus géneros.

Los festivales como factores potenciadores

Sobre el género documental a nivel nacional y su posicionamiento internacional, Castelli opina que con la llegada de cámaras digitales de buena calidad y mucho más manejables, entre otras herramientas, se produjo un acotamiento de presupuesto en los géneros cinematográficos más terrenales, como es el caso del documental. Lo cual en un país de recursos limitados para esta práctica, como lo es Uruguay, siempre es una ventaja.

Puede ser que haya una necesidad, por esta sobresaturación de ficciones, de ir al documental como un ancla de la realidad.

Gerardo Castelli

“A partir de los años 2008-2010 ha habido una intención en nuestro país de producir documentales. De todos modos, creo en los festivales como una herramienta para potenciar esta industria, como lo hacen otros países que, si bien no son líderes, han avanzado mucho en este rubro económico y tienen el camino mucho más aplanado para acercarse al mejor nivel”, concluye.

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