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Cómo mantener el equilibrio entre estudio y trabajo: consejos para estudiantes trabajadores

Aprender cómo mantener el equilibrio entre el estudio y el trabajo, en el vertiginoso ritmo de nuestros días, puede marcar la diferencia en tu presente y futuro como profesional.

La necesidad de equilibrar las demandas del estudio universitario y las responsabilidades laborales se ha vuelto una realidad común para muchos estudiantes trabajadores.

Por eso, a continuación te contamos algunas estrategias y consejos prácticos que pueden ayudarte a gestionar tus compromisos de forma efectiva, preservando tu bienestar mental y físico mientras navegás por estas dos esferas vitales.

Jóvenes mirando una pantalla

Establecer prioridades y gestionar tu tiempo de forma efectiva

La habilidad de discernir entre las diferentes tareas con las que tenés que cumplir y asignarles la prioridad adecuada es esencial para mantener el equilibrio entre estudio y trabajo.

En este sentido, una valiosa herramienta es la matriz de Eisenhower, de la que te hablamos en el artículo “Preparate para la vida universitaria: 5 consejos para ser más productivo al estudiar en la universidad”.

La matriz de Eisenhower categoriza las tareas en función de su urgencia e importancia. Esto permite a estudiantes trabajadores distinguir entre lo que requiere atención inmediata y lo que puede ser programado para otro momento.

La gestión del tiempo es igualmente crucial. Utilizar herramientas como aplicaciones de calendario digital o técnicas como el método Pomodoro, del que también te contamos en otro de nuestros artículos, titulado “La transición del liceo a la universidad: lo que tenés que saber”, puede ayudar a estructurar el día de manera efectiva.

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El método o técnica Pomodoro consiste en trabajar intensamente durante un periodo de tiempo (entre 25 y 30 minutos), seguido de un breve descanso (de entre 5 y 10 minutos). De este modo, podés mantener la concentración y evitar la fatiga mental.

Establecer objetivos claros y plazos realistas también fomenta la productividad al mantener a raya la procrastinación y garantizar la distribución equitativa de esfuerzos entre el estudio y el trabajo.

La toma de decisiones informadas es un pilar en la gestión del tiempo. Al evaluar la urgencia y la importancia de cada tarea, los estudiantes pueden optimizar sus esfuerzos y garantizar que todas las áreas reciban la atención adecuada. Esta habilidad no solo beneficia el rendimiento académico y laboral, sino que también contribuye al equilibrio general.

Jóvenes reunidos

Comunicación y planificación en el trabajo y en la universidad

La comunicación clara y la planificación también son fundamentales para mantener el equilibrio entre estudio y trabajo. En el entorno laboral, establecer un diálogo abierto con tus empleadores y compañeros de trabajo en cuanto a tus horarios universitarios y los momentos de alta carga académica, puede generar comprensión y apoyo.

Del mismo modo, comunicarte con tus docentes y contarles sobre tus compromisos laborales, puede facilitar la adaptación de plazos y reducir el estrés.

La planificación estratégica es esencial para evitar conflictos, así como el estado que la APA ha denominado “síndrome del quemado” (burnout syndrome), que puede afectar a aquellos que intentan abarcar demasiado. Al comienzo de cada semestre, es vital revisar los horarios de clase y los compromisos laborales para identificar posibles choques y buscar soluciones alternativas.

En tal sentido, la Universidad ORT Uruguay ofrece recursos y asesoría para planificar tus cursos de manera eficiente y estructurar tu tiempo de estudio, minimizando el riesgo de sobrecarga, por ejemplo, a través de su Programa de Mentorías.

La consideración de opciones como cursos en línea o modalidades de estudio flexibles puede brindarte una mayor flexibilidad, algo que vas a necesitar si sos estudiante trabajador.

La sincronización de horarios también es una estrategia efectiva. Los estudiantes deben coordinar sus horarios de estudio y trabajo de forma tal que logren evitar la sobreexigencia.

Esto implica distribuir las actividades de manera uniforme y permitirte períodos de descanso adecuados. Una planificación cuidadosa reduce el agotamiento y promueve un equilibrio sostenible.

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Jóvenes conversando

Establecer límites y aprender a decir “no” 

Uno de los mayores desafíos para los estudiantes trabajadores es la tendencia a sobrepasarse. Establecer límites claros es esencial para preservar tu salud física y mental

En ocasiones, puede resultar difícil; pero, como estudiante, tenés que aprender a decir “no” de manera asertiva cuando se te presentan compromisos que puedan afectar tu bienestar o tu rendimiento académico. Decir “no” es un acto de autorregulación y autoconciencia, no de falta de compromiso.

La priorización también juega un papel crucial en la preservación del equilibrio. Identificar las tareas y responsabilidades esenciales para tu éxito académico y laboral, y dedicar tiempo a ellas, te garantiza un enfoque más efectivo.

Esto puede requerir rechazar oportunidades que no se alineen con tus objetivos actuales, pero establecer prioridades evita la saturación y maximiza la productividad, además de ayudarte a mantener el equilibrio entre estudio y trabajo.

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Jóvenes trabajando

Practicar el autocuidado y manejar el estrés

El proceso de equilibrar estudio y trabajo puede generar niveles significativos de estrés en la vida de los estudiantes. Para manejar este estrés de forma efectiva, es esencial priorizar el autocuidado.

En síntesis, esto implica desde mantener hábitos regulares de sueño y llevar una alimentación equilibrada, hasta incorporar la actividad física en la rutina diaria.

Además, la práctica de técnicas de relajación, como la meditación, la respiración profunda y el mindfulness, puede ayudar a reducir la ansiedad y fomentar la claridad mental.

Reconocer los signos tempranos de agotamiento es crucial. Diferentes estudios han sugerido que si los estudiantes experimentan fatiga constante, dificultades para concentrarse o cambios en su estado de ánimo, presentan rendimientos deficientes en su desempeño académico, siendo fundamental buscar apoyo profesional.

Tomar medidas a tiempo para cuidar de tu salud mental y emocional es esencial para mantener un equilibrio a largo plazo. Además, más allá de las herramientas individuales, la conexión social y el apoyo emocional también juegan un papel fundamental en la gestión del estrés. Compartir experiencias y preocupaciones con amigos, familiares o compañeros puede aliviar la carga emocional. 

Participar en grupos de apoyo, actividades extracurriculares o actividades comunitarias también brinda un sentido de pertenencia y puede ser una forma valiosa de liberar tensiones. Practicar el autocuidado y manejar el estrés de manera saludable contribuye no solo al bienestar personal, sino también a un equilibrio más sólido entre estudio y trabajo.

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