Desde Glasgow, donde reside actualmente, comparte cómo la electrónica le abrió paso a un desafío médico de precisión: el diseño de implantes personalizados para tratar patologías cardiovasculares.

Una vocación que nació en la carrera

Mascheroni descubrió su pasión por la ingeniería biomédica durante su proyecto final de carrera en la facultad, donde trabajó junto a CCC Medical Devices. "Ese proyecto no solo me introdujo al mundo de la ingeniería biomédica, sino que despertó en mí una profunda vocación: aplicar la ingeniería para mejorar la calidad de vida de las personas. Fue ahí cuando comprendí que la ingeniería está presente en cada aspecto de nuestro entorno", afirma. 

El impacto clínico de la ingeniería

"Lo que más me sorprendió al comenzar a trabajar en el área médica fue el impacto directo y tangible que puede tener nuestro trabajo en la vida de las personas. Venir de una formación en ingeniería, donde muchas veces los proyectos pueden sentirse más técnicos o abstractos, y pasar a un entorno donde cada decisión, cada mejora de producto o cada proceso optimizado puede contribuir al bienestar o incluso a salvar vidas, fue realmente revelador".

"Además, me especializo en el área cardiovascular y en procedimientos mínimamente invasivos, donde esta conexión entre tecnología y salud se vuelve aún más evidente".

"Es un campo que avanza rápidamente, con innovaciones constantes, y que exige una altísima precisión y responsabilidad". También lo sorprendió la rigurosidad del sector: "Los estándares de calidad, la regulación y el enfoque en la seguridad del paciente son extremadamente altos, lo que plantea desafíos únicos, pero también da un sentido de propósito muy fuerte al trabajo del día a día".

Diseño de implantes personalizados

El desarrollo de dispositivos implantables personalizados es un proceso complejo y altamente especializado especialmente porque muchos pacientes se encuentran en estado crítico, según cuenta Sebastián. "Terumo es una empresa japonesa con una fuerte cultura de precisión, eficiencia y mejora continua, lo que se refleja directamente en cada etapa del trabajo".

"Todo comienza con el análisis detallado de una tomografía computada del paciente y la definición de parámetros clínicos junto a un equipo médico. A partir de ahí, se elaboran los planos técnicos del dispositivo, se genera un modelo 3D de la anatomía y se fabrica un prototipo en menos de dos semanas".

Para lograr esto con rapidez y precisión, el equipo utiliza software especializado para imágenes médicas, diseño CAD 3D e impresión 3D de modelos anatómicos, lo que permite anticipar desafíos técnicos. A nivel metodológico, siguen un flujo de trabajo estandarizado e inspirado en el lean manufacturing, optimizando cada etapa sin comprometer la calidad ni la seguridad del paciente.

Además, la colaboración estrecha entre clínicos, ingenieros, especialistas en calidad y Regulatory Affairs es clave. "Aunque Terumo tiene fábricas en todo el mundo, los dispositivos a medida se producen en las instalaciones del Reino Unido, lo que permite una supervisión en tiempo real y una capacidad de respuesta ágil".

"Es un proceso acelerado pero gratificante: sabemos que cada dispositivo puede representar una oportunidad de vida".

Una combinación de mérito y networking

"Llegué a Terumo a través de una postulación directa, que incluyó un proceso riguroso de selección con cuatro etapas de entrevistas y pruebas de aptitud. Sin embargo, un factor clave que sumó muchísimo fue el networking", cuenta Sebastián.

"Terumo tiene una relación muy estrecha con University of Strathclyde (Glasgow, Escocia), donde realicé mi máster, y el tutor que me acompañó en mi trabajo final me recomendó para la posición. Esa recomendación fue muy valiosa. Como en muchos sectores, el networking es fundamental, y más aún siendo extranjero y habiendo llegado sin conocer a nadie. Saber construir relaciones y apoyarse en quienes te conocen profesionalmente puede marcar una gran diferencia", afirma.

Electrónica como base

Aunque hoy no diseña circuitos, su formación en electrónica fue clave.

"Materias como sistemas de control o simulación me dieron herramientas para enfrentar problemas complejos y adaptarme a nuevas tecnologías".

"La ventaja competitiva de mi formación en electrónica se hizo más evidente cuando comencé a trabajar en el sector médico, ya que me permitió tener un enfoque analítico y metódico para enfrentar problemas complejos, incluso si el producto final no involucraba circuitos o componentes electrónicos activos".

Además, cuenta que "el rigor y la disciplina técnica que adquirí durante la carrera me facilitaron adaptarme rápidamente a nuevas tecnologías y metodologías, y entender aspectos técnicos complejos, como el diseño asistido por computadora, el análisis de imágenes médicas y la manufactura avanzada, que son fundamentales en el desarrollo de los dispositivos implantables en los que trabajo hoy".

Nuevos desafíos

"Una de las partes más desafiantes de mi trabajo es gestionar los tiempos extremadamente ajustados con los que operamos. Muchos de nuestros dispositivos están destinados a pacientes en estado crítico, por lo que cada día cuenta. Coordinar el diseño, validación, fabricación y envío internacional en plazos tan cortos, sin margen de error y cumpliendo con estrictos estándares regulatorios, exige una planificación precisa, comunicación constante y muchísima atención al detalle".

También hay ocasiones en las que le toca asistir al quirófano para brindar soporte técnico durante el implante del dispositivo. "Es una experiencia intensa, porque todo debe funcionar perfectamente, pero también muy enriquecedora, ya que permite ver en tiempo real cómo el trabajo que hacemos en ingeniería se traduce directamente en una solución clínica".

Sin embargo, lo más gratificante para Sebastián es ver el impacto humano de lo que hace. La empresa suele organizar eventos donde tienen la oportunidad de conocer a pacientes que recibieron uno de los dispositivos que diseñan.

"Este año, por ejemplo, tuve la oportunidad de conocer a un paciente del sur de Inglaterra que se me acercó para agradecerme personalmente. Me dijo que ahora sabía que iba a poder seguir jugando a la PlayStation con sus nietos. Momentos como ese hacen que todo el esfuerzo valga la pena".

Habilidades blandas para contextos clínicos

Trabajar en equipos técnicos dentro del ámbito clínico requiere mucho más que conocimientos técnicos.

"Las habilidades blandas son fundamentales para lograr una colaboración efectiva y garantizar que el foco siempre esté en el bienestar del paciente".

En primer lugar, Sebatstián destaca "la comunicación clara y empática". "Es esencial poder traducir conceptos técnicos en un lenguaje comprensible para médicos, enfermeros o personal no técnico, especialmente en situaciones de alta presión como una intervención quirúrgica".

También, es clave la capacidad de trabajar en equipo. "En un entorno clínico, cada decisión puede tener consecuencias críticas, por lo que la colaboración con profesionales de distintas disciplinas, como cirujanos, radiólogos, ingenieros y personal de calidad, requiere una actitud abierta, constructiva y orientada a soluciones".

Otra habilidad indispensable es la adaptabilidad. "Cada paciente es diferente, y muchas veces surgen imprevistos que obligan a ajustar planes rápidamente. Saber mantenerse flexible, sin perder el foco ni la calma, marca una gran diferencia".

Finalmente, considera esencial la responsabilidad y el compromiso ético. "Trabajar con dispositivos que se implantan en personas impone un nivel muy alto de exigencia y rigor, y hay que tener siempre presente que lo que hacemos puede afectar directamente la vida de alguien".

Un mensaje para futuros ingenieros

"Recomendaría que se animen a dar el paso. Internacionalizar una carrera, no solo abre puertas a nivel profesional, también transforma la forma en la que uno ve el mundo y cómo se ve a sí mismo".

Desde lo práctico, Sebastián considera importante construir una buena base técnica durante la carrera, pero también trabajar en las habilidades blandas, como por ejemplo, comunicación, trabajo en equipo, resiliencia. "En un entorno internacional, estas habilidades son tan importantes como saber diseñar un circuito o programar un sistema embebido".

"También, les sugeriría aprovechar cada oportunidad para involucrarse en proyectos reales, hacer prácticas, participar en competencias o colaboraciones con la industria. Eso no solo enriquece el currículum, sino que te permite descubrir en qué área te gustaría especializarte".

"Quizás lo más importante: que se preparen para salir de su zona de confort. Mudarse a otro país, estudiar o trabajar en otro idioma, adaptarse a otras culturas, todo eso desafía, pero también fortalece".

"En mi caso, fue una experiencia que me cambió la vida, no solo profesionalmente sino también a nivel personal".

Finalmente, "que no subestimen el valor del networking". "Muchas oportunidades aparecen gracias a las personas que uno conoce en el camino, y más aún cuando uno llega desde otro país sin contactos previos. Ser curioso, proactivo y mantener una actitud humilde y abierta hace toda la diferencia".

Lo que hubiera hecho distinto

"Cuando era estudiante, me hubiera gustado aprovechar más las oportunidades de involucrarme en proyectos interdisciplinarios y colaborativos. Muchas veces nos enfocamos demasiado en la teoría o en asignaturas específicas, pero trabajar en equipos con estudiantes de otras carreras, o participar en proyectos prácticos reales, aporta una visión mucho más amplia y prepara para los desafíos del mundo laboral".

"También creo que podría haberme beneficiado más de actividades relacionadas con el networking y el contacto directo con la industria, como ferias, charlas y prácticas profesionales".

"Por último, creo que habría sido útil dedicar más tiempo a desarrollar habilidades blandas, como la comunicación, la gestión de proyectos y el trabajo en equipo, que son claves para destacar en entornos profesionales y especialmente en áreas tan complejas como la ingeniería aplicada al sector médico".

"Si pudiera volver atrás, definitivamente intentaría tener un enfoque más integral y activo, combinando conocimientos técnicos con experiencias prácticas y el desarrollo personal".