El vínculo entre la educación y la gestión ambiental permite una enseñanza práctica, vivencial y referida al entorno propio, “una vez que lográs generar la responsabilidad ambiental en las personas, el resto de las cosas van sucediendo, algunos empezarán haciendo compost, otros disminuirán la cantidad de plásticos de un solo uso, otros llevarán sus bolsas para las compras, todo suma”, dice la Mag. Inés Tiscornia, coordinadora adjunta de Gestión Ambiental de la Universidad ORT Uruguay.
La educación ambiental, según el Plan Nacional de Educación Ambiental (PlaNEA) de la Red Nacional de Educación Ambiental para el Desarrollo Humano Sustentable (desarrollado en Uruguay entre los años 2011 y 2014), se plantea como una herramienta que promueve “la participación ciudadana activa, responsable y consciente en la toma de decisiones y la gestión de su ambiente, valorizando la dignidad y la identidad individual y colectiva”, y hace especial énfasis en la conjugación de conocimientos y destrezas, académicas y populares.
En este sentido, nuestra universidad comenzó a transitar un camino de concientización ambiental a partir del 2016 con el objetivo de mejorar la gestión de los residuos de la institución y mediante un grupo multidisciplinario de profesionales de la universidad, que encabezó Inés Tiscornia.
En un principio, se apuntó a analizar y clasificar los residuos generados y se distribuyeron papeleras para papel y cartón, y plástico PET (polietileno tereftalato), que se los identificó como los dos residuos mayoritarios. Hoy en día, y a partir del surgimiento del área de Gestión Ambiental en 2019, además del seguimiento del reciclaje de los residuos y las propuestas enfocadas al consumo responsable, la estrategia apunta más al compromiso individual y colectivo con un desarrollo sostenible basado en la educación ambiental.
“Las universidades tienen un rol esencial en el desarrollo sostenible. Los profesionales con compromiso ambiental serán agentes de cambio para la sociedad en su conjunto. Pueden tomar acción y mejorar aquellos aspectos ambientales que estén a su alcance, en su ámbito laboral y en su vida cotidiana. Si todos hacemos pequeños cambios, el efecto se multiplica”, afirma Tiscornia en relación a lo que argumenta el PlaNEA sobre que “formar ciudadanos y comunidades responsables y capacitadas para participar democráticamente en los procesos de planificación y gestión de sus territorios es interés y cometido común a la educación y a la gestión para un desarrollo humano sustentable”.
En otro orden, la universidad también forma parte del Plan Nacional de Gestión de Residuos (PNGR) denominado “Uruguay + Circular”, un instrumento colectivo que encabeza el Ministerio de Ambiente para la planificación estratégica a nivel nacional para los próximos 10 años, que se plantea, a grandes rasgos, dejar de hablar de residuos para hablar de recursos. “Un mensaje contundente que va alineado con la transición hacia una economía circular que está sucediendo a nivel mundial”, dice Tiscornia, quien estuvo en el proceso participativo del PNGR representando a ORT para “aportar su visión técnica desde la academia”.
Según comentó, “hubo subgrupos de trabajo y en uno de los que participé fue en el de educación ambiental. Dentro del PNGR hay un capítulo destinado a la participación y educación, sin embargo, se buscó que la educación ambiental permeara en todos los otros capítulos para lograr una visión integral. Además, uno de los objetivos planteados consiste en promover la educación ambiental de manera transversal en la educación formal y no formal, y desde las universidades tenemos mucho para aportar con este objetivo”.
En abril del 2021, la Universidad ORT Uruguay fue destacada en el Impact Rankings del Times Higher Education (THE), que mide el trabajo de las universidades de todo el mundo en cuanto a su desempeño en áreas contempladas en los 17 ODS (objetivos de desarrollo sostenible) adoptados por los Estados miembros de la ONU. En el 12.° ODS, de producción y consumo responsable, nuestra universidad se ubicó en el rango entre las 101-200 mejores, de las 503 universidades que se midieron con este objetivo.
“En relación con la educación ambiental, lo que buscamos desde la Universidad ORT Uruguay es generar conciencia y participación en estudiantes y funcionarios, que se apropien de la temática, generar un ida y vuelta que nos retroalimente para orientar las acciones futuras. Queremos que dentro de sus actividades cotidianas en la universidad encuentren siempre la temática ambiental”, concluyó.