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Diseño Industrial e Ingeniería en Sistemas producen huertas inteligentes

28/12/2021
Estudiantes de Diseño Industrial desarrollaron prototipos de huertas domésticas inteligentes para el proyecto Terrarium, ideado por estudiantes de Ingeniería en Sistemas.
Proyecto colaborativo entre Diseño Industrial e Ingeniería en Sistemas.

El 20 de diciembre se realizó la presentación académica de proyectos desarrollados por estudiantes de la Licenciatura en Diseño Industrial y construidos en Laboratorios de la Escuela de Diseño, con la incorporación de electrónica suministrada por la contraparte. Para los estudiantes de Industrial, esta presentación constituye el resultado del segundo obligatorio de la materia Diseño Industrial 4 – Mercado, del sexto semestre, a cargo de los docentes Maximiliano Izzi y Pablo D´Angelo.

El contacto original se dio entre la Coordinación Académica de Ingeniería en Sistemas y la de Diseño Industrial. Se les planteó presentarse a Proyecto Integrador - Recreación en la pasada edición, pero no quedaron seleccionados. Debido al interés en el proyecto, desde Diseño Industrial se resolvió la participación en una instancia curricular.

Estudiantes de Diseño Industrial
Paula Baptista, Paula Bordes, Martín Brandani, Emilia Cardozo, Gianfranco D´Alessandro, Gonzalo Martirene, Ignacio Núñez, Mateo Pagliano, Jerónimo Picerno, Pilar Pírez, Dana Tinsky y Florencia Torrendell.

Durante el ejercicio, los estudiantes de Diseño Industrial interactuaron con Mathías Talon y Luciano Rufo, estudiantes de Ingeniería en Sistemas en ORT. En su proyecto final, los futuros ingenieros llevaron adelante el proyecto Terrarium, desarrollando huertas automatizadas de uso indoor.

Terrarium surgió como una solución para cualquier persona que tenga interés en tener su propia huerta sin necesidad de invertir espacio, tiempo y esfuerzo en adquirir los conocimientos necesarios para tener un cultivo exitoso, explicó Mathías Talon. “Es por eso que no está acotado solamente a huertas automatizadas, sino que proyectamos ofrecer un conjunto de servicios y herramientas (huertas, sistemas informáticos, servicios de mantenimiento e insumos) para así asegurar la experiencia completa de nuestros usuarios”.

  • ¿Qué características tiene una huerta automatizada?

    Son independientes, limpias y eficientes. Funcionan sin necesidad de tierra ni luz solar y, gracias a su diseño compacto, pueden usarse en espacios reducidos.

    Para garantizar que las plantas estén saludables, las huertas cuentan con un sistema de ventilación que mantiene el clima ideal y simula una suave brisa que potencia el crecimiento fuerte y rápido de las plantas.

    Las raíces están bien nutridas y oxigenadas para aprovechar al máximo el potencial de los cultivos, gracias al uso de efectivas técnicas hidropónicas y un silencioso sistema de filtración del agua.

  • ¿Qué rol juega la aplicación que desarrollaron?

    Con lo anterior, logramos una solución que no requiere una gran inversión de espacio y tiempo, pero todavía falta mitigar la parte de esfuerzo en adquirir el conocimiento necesario para garantizar un cultivo exitoso: es ahí donde entra nuestra app, donde el usuario puede conectarse a la huerta para configurarla a su gusto y gestionar sus cultivos.

    Es un sistema pensado para asistir y guiar a la persona a través de todo el ciclo de cultivo, desde la germinación de semillas hasta sugerencias para el uso de las cosechas, para así poder sacarle el máximo provecho a la huerta sin necesidad de conocimiento o experiencia previa.

  • ¿Cómo identificaron la necesidad de contar con diseñadores industriales en el proyecto?

    Nuestra metodología desde un principio se basó en investigar, construir y probar en ciclos cortos y repetirlos muchas veces. Es por esto que, para entender lo que estábamos haciendo, construimos varios prototipos que, a medida que fuimos avanzando, iban corrigiendo problemas y eran cada vez más funcionales y eficientes.

    Pero llegó un momento donde tocamos un techo: nuestros prototipos funcionaban bien pero no tenían las cualidades necesarias como para considerarse un producto de calidad y escalable. Fue allí que salimos en búsqueda de gente especializada en el tema.

    Cuando nos contactaron Daniel Domínguez —coordinador académico de la Licenciatura en Diseño Industrial— y Maximiliano Izzi —docente de la materia—, por supuesto que estuvimos totalmente de acuerdo con que era una oportunidad excelente que le aportaría valor a ambas partes. Fue así que nos presentamos al grupo y comenzó el proceso de investigación y construcción de los prototipos.

  • ¿Cómo se llevó adelante el trabajo?

    De nuestra parte brindamos todo el apoyo necesario y quedamos a disposición de los grupos en caso de que hubiera dudas o aspectos a discutir juntos.

    Todas las semanas fuimos a una de sus clases para ver los avances, responder dudas y brindar alguna guía, cuando era necesario. Este fue el proceso que seguimos durante toda la experiencia.

    A la hora de construir los prototipos, facilitamos algunos aspectos técnicos que escapaban al alcance de la materia, como por ejemplo la construcción de los circuitos necesarios para los prototipos, con el objetivo de que pudiéramos lograr, en conjunto, prototipos totalmente funcionales.

  • ¿Cuál fue el nivel de los resultados obtenidos?

    Al final de la experiencia, los grupos presentaron sus prototipos y entre los profesores y el equipo de Terrarium brindamos una devolución final, teniendo en cuenta tanto los aspectos positivos como aquellos detalles a pulir para conseguir un mejor resultado.

    Por nuestra parte quedamos asombrados y muy satisfechos con los productos finales: se obtuvieron resultados que estaban muy fuera de nuestro alcance. Estamos contentos con eso.

    Para nosotros, lo más importante es que se generó una buena relación con los grupos, con un buen ambiente de trabajo y mucho para aportar de ambos lados, por lo que estamos decididos a seguir la comunicación y poder seguir avanzando juntos. Como comentaba anteriormente, creemos que fue muy enriquecedor el hecho de poder trabajar con gente de otro rubro totalmente distinto al nuestro, ya que pudimos llegar a resultados mucho más completos de lo que podríamos haber llegado sin esta experiencia.

    (Los prototipos definitivos se conocerán en marzo de 2022, cuando Mathías Talon y Luciano Rufo presenten su tesis.)

Diseño para I-Grow

El objetivo de la asignatura Diseño 4 es “hacer los productos deseables por parte de los usuarios”, resumió el docente Maximiliano Izzi. Cada año, buscan trabajar en un tema de interés actual, “como la importancia de la actividad física en niños, el cuidado de las mascotas en espacios urbanos o la mejora de la experiencia en la movilidad en bicicleta”.

El proyecto elegido este año “ayudará a mejorar la calidad alimenticia de las personas y acompañar la tendencia de deslocalización de la producción”, comentó. Se trata de huertas de balcón para usar dentro del hogar, con sistemas de automatización o control a distancia.

Diseño Industrial e Ingeniería en Sistemas producen huertas inteligentes

Se trabajó, entonces, en el diseño de un pequeño invernáculo de espacio interior, controlado por una aplicación. Los estudiantes de Ingeniería en Sistemas ya venían desarrollando un prototipo funcional, tenían resuelta la app y la placa de control, pero “no se adaptaba a los espacios disponibles por las personas y los posibles usuarios”.

Los estudiantes comenzaron su trabajo identificando los posibles escenarios de uso y cada equipo seleccionó el contexto y el usuario para el producto que iba a desarrollar. A partir de esta definición, se determinaron características funcionales, dimensiones y detalles del proceso productivo. Todo el proceso se realizó con el seguimiento de Terrarium. En las etapas finales el apoyo fue más intenso ya que ayudaron a los estudiantes en la instalación y montaje de los elementos electrónicos —placa, sensores, luces, ventiladores y puesta en marcha del producto—. Los seis proyectos presentados dan cierre al proceso académico y abren la etapa de posibles pruebas del prototipo con los usuarios, donde se recibirá feedback que colabore con la mejora del producto, intercambio que sucederá entre Terrariun y los estudiantes.

La experiencia final ha sido muy rica para los estudiantes, ya que han tenido que trabajar junto a otro profesional para poder lograr un producto funcional y adaptado a los requerimientos de Terrarium. A esto se sumó el desafío de trabajar con una serie de sensores y componentes electrónicos vinculados a una app a través de la señal wifi, creando un producto asociado al internet de las cosas.

D.Ind. Maximiliano Izzi

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