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“Internet se parece mucho más a un racimo de uvas que a la libertad”

13/11/2020
Conferencia online “La desinformación como herramienta política y social”, por la Lic. Ana Laura Pérez, MBA.
https://www.youtube.com/watch?v=f6RXRXJgoFI

“Somos como uvas encerradas en cáscaras al lado de otras uvas, pero no tenemos la claridad de qué está viendo el humano que tenemos al lado”, señaló la Lic. Ana Laura Pérez, MBA —gerente de producto digital en El País, coordinadora académica de las orientaciones de Periodismo y Analítica de Datos e Innovación de la Licenciatura en Comunicación de la Universidad ORT Uruguay—, durante la conferencia “La desinformación como herramienta política y social”.

El evento, organizado por el Departamento de Estudios Internacionales de la Facultad de Administración y Ciencias Sociales, se llevó a cabo el jueves 22 de octubre de 2020. Se desarrolló en el ámbito del programa Media Literacy Against Disinformation Initiative (MLADI), elaborado y propuesto por el Center for the Study of Contemporary Open Societies (CESCOS) y contó con el patrocinio de la Embajada de Estados Unidos.

Las distintas formas de la desinformación

La desinformación se ha convertido en una herramienta que puede modificar las campañas electorales, desestabilizar gobiernos y afectar la reputación de compañías y organizaciones.

La organización estadounidense FIRST DRAFT divide a la desinformación en siete tipos:

  • La sátira o parodia genera un producto comunicacional con la intención de hacer humor. 
  • El contenido engañoso se utiliza para incriminar a alguien o algo con información que puede o no ser verdadera. 
  • El contenido impostor suplanta las fuentes genuinas, afirmando que alguien dijo algo que en realidad no dijo. 
  • El contenido fabricado se utiliza cuando hay una intención explícita de hacer daño a través de, por ejemplo, el uso de fotos, el diseño o alteraciones de artículos.
  • La conexión falsa hace referencia a cuando los titulares no confirman el contenido. Por ejemplo, el titular habla sobre los incendios en el Amazonas y las fotos utilizadas para contar esa noticia son de otros incendios.
  • El contexto falso. El contenido es genuino, pero se mezclan situaciones verdaderas y falsas.
  • El contenido manipulado. Es cuando se utiliza un montaje o edición para que parezca que sucedió algo que en realidad no pasó.

Las tres S contra las crisis de comunicación

Pérez afirmó que se asocia a internet con la libertad, cuando “en realidad, dado como funciona actualmente, se parece mucho más a un racimo de uvas que a la libertad”. 

Las personas están fragmentadas en burbujas de filtros, tal como afirmó Eli Pariser: universos propios de información, que dependen de quién uno es, y de lo que uno hace, y que son la consecuencia de los mecanismos de los algoritmos y de la personalización de las búsquedas en internet. Estamos en una realidad mediada por algoritmos que intermedian con internet, sobre los que no tenemos transparencia acerca de cuánto influimos y cuánto no.

“Somos como uvas encerradas en cáscaras al lado de otras uvas, pero no tenemos la claridad de qué está viendo el humano que tenemos al lado”, señaló Pérez y presentó los tres mecanismos con los cuales hacer frente a las crisis de comunicación, también conocido como “las tres S”:

  • Storytelling. “La desinformación viaja en emociones”, dijo la experta y explicó que, en ese sentido, si se tratara de un video con información falsa acompañado por una música que emociona, no sería efectivo que la respuesta a ese video fuera un escueto comunicado. El storytelling consiste en informar a través de una historia, de manera de conectar con los usuarios. 
  • Sinceridad. “La desinformación se construye a veces sobre situaciones que de verdad pasaron”, afirmó Pérez. En ese sentido, la experta señaló que hay que ser muy sinceros sobre los hechos que sucedieron, no ocultarlos y clarificar cuáles fueron los que no pasaron.
  • El efecto Streisand. En 2003, la actriz y cantante Barbra Streisand quiso detener la publicación de fotos que mostraban el terreno de su casa en Malibú, pero en ese intento la publicación se volvió viral.

El “efecto Streisand” es un fenómeno de internet que consiste en tratar de detener la circulación de cierta información y que, al hacer este intento, la circulación de esa información aumente.

En ese sentido, Pérez recomendó evaluar si vale la pena desmentir una información en función de cuántas personas la vieron.

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