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Tener en cuenta el impacto social, ambiental y económico; un desafío de todos los días

14/10/2020
Fátima Albornoz es graduada de la carrera de Ingeniería en Telecomunicaciones de ORT. Hace poco más de un año, decidió presentarse a un llamado de UTE y, tras superar un exigente concurso, se convirtió en ingeniera en Unidad de Transmisión.

Actualmente, vive en Salto y enfrenta día a día un gran desafío profesional con compromiso, dedicación y buena actitud. De cara al futuro, a Fátima le gustaría ser parte de la promoción de la Ingeniería entre mujeres adolescentes y colaborar con el desarrollo de alternativas ambientalmente sustentables. Conocé más sobre su historia en esta nota.
Fátima Albornoz graduada de Ingeniería en Telecomunicaciones

¿Cómo surgió la posibilidad de desempeñarte como ingeniera en la Unidad de Transmisión en UTE?
Si bien estudié la carrera Ingeniería en Telecomunicaciones, desarrollé un perfil profesional en el sector eléctrico. En eso enfoqué las últimas materias de facultad. Una de ellas fue la optativa Instalaciones Eléctricas.

Así fue que se me presentó la oportunidad de concursar para entrar en UTE. Dada mi inclinación, no dudé en presentarme. Mi trabajo en UTE me ha motivado a seguir aprendiendo y debido a eso me encuentro realizando un Master en Energías Renovables.

¿En qué consiste tu trabajo diario y cuáles son tus principales tareas?
Mi cargo es de Analista en el sector de Transmisión. Mis tareas actualmente son muy variadas: análisis de la red (posibles fallas, eventos particulares, cargas, alarmas en el SCADA, entre otros), apoyo en la parte de obras y también realizo trabajos en conjunto con otras unidades.

¿Cómo fue tomar la decisión de mudarte a Salto en función de una nueva oportunidad profesional?
Desde un principio lo vi como una forma de crecer no solo laboralmente, sino también personalmente. Dejar Montevideo y mudarme al interior –a una ciudad en la que no conocía a nadie– fue todo un desafío. Aunque en un principio no lo tenía como una de las mayores preocupaciones, el hecho de estar lejos de la familia y los amigos es de las cosas que más extraño.

¿Qué desafíos conlleva formar parte de UTE, la compañía estatal de energía eléctrica de Uruguay?
Sin dudas, es un desafío enorme. Es una de las principales compañías estatales del Uruguay y la única en el rubro de la energía eléctrica. Esto conlleva una gran responsabilidad en varios aspectos. En primer lugar, debemos brindar un servicio eficiente y seguro, ya que todo el país depende de la energía que aquí se genera.

Lo segundo tiene que ver con la mejora continua y la adaptación a las nuevas tecnologías que se van incorporando y con el compromiso por seguir creciendo con hincapié en el triple impacto: social, ambiental y económico.

"Una de mis grandes aspiración es la de contribuir, desde mi posición, al desarrollo de alternativas ambientalmente sustentables para lograr disminuir el inmenso impacto medioambiental que el ser humano ha generado."

¿Cómo recordás el proceso que resultó en tu decisión de estudiar Ingeniería en Telecomunicaciones y cómo viviste tu pasaje por ORT?
Desde el bachillerato tenía claro lo que quería: estudiar Ingeniería. El problema era que no estaba decidida por una rama específica dentro de la materia. Me sirvieron mucho las charlas iniciales de ORT en las que te explican de qué trata cada Ingeniería. Fue a partir de esa información que tomé una decisión.

Mi pasaje por ORT fue una gran experiencia en varios aspectos: las clases, los profesores y el grupo de amigos que se formó. A veces, sin darnos cuenta –y otras veces sufriendo– pasábamos horas en la biblioteca, sala de silencio o en cualquier salón libre que podíamos encontrar. En el último tramo de la carrera, creo que pasábamos más tiempo en la sala de proyectos que en nuestra casa.

¿Cómo es ejercer una profesión poco común entre las mujeres? ¿Considerás que, poco a poco, la Ingeniería en Telecomunicaciones se populariza entre este género?
Si bien históricamente la presencia de mujeres en la ingeniería ha sido muy baja, poco a poco, eso se ha ido revirtiendo y cada vez somos más (aunque es verdad que todavía somos minoría).

Afortunadamente, en el ámbito laboral nunca me sentí discriminada por ser mujer y jamás lo consideré como una limitante. De hecho, me parece que, hoy por hoy, la idea de que "la ingeniería se vive más difícil si sos mujer" tendría que ser erradicada. No obstante, falta trabajar mucho para lograrlo.

Actualmente, como somos pocas en el rubro, a la hora de ejercer la profesión, es difícil encontrarse con una colega mujer, por lo que considero fundamental la promoción en la etapa liceal y el impulso a mujeres a elegir la carrera de Ingeniería.

¿Cuáles fueron las claves que te permitieron avanzar en tu carrera profesional?
Las claves que me permiten avanzar son el compromiso, la buena actitud y la disposición frente al trabajo.

¿Qué huella te gustaría dejar a través de tu trabajo?
Me gustaría ser parte de la promoción de la Ingeniería entre mujeres adolescentes. Creo que la toma de decisión sobre la carrera profesional se hace a una edad muy temprana, y muchas veces, sin el asesoramiento adecuado.

Por eso, me gustaría reflejar mi desarrollo profesional a través de charlas informativas sobre las ramas de la Ingeniería tanto Eléctrica como en Telecomunicaciones, acompañando a jóvenes en su decisión y brindando asesoramiento con la mayor información posible.

Mi otra gran aspiración es la de contribuir, desde mi posición, al desarrollo de alternativas ambientalmente sustentables para lograr disminuir el inmenso impacto medioambiental que el ser humano ha generado.

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